La implantación del voto electrónico se ha venido promoviendo en el país desde hace varios decenios, como una forma de evitar las trapisondas en las elecciones.
La mayoría de los países de Suramérica, desde hace años utilizan ese mecanismo avanzado en sus procesos electorales. En Colombia siempre ha quedado como una falsa promesa para más tranquilidad de la fronda corrupta en las elecciones.
La Misión Electoral Especial presentó una reforma electoral bien concebida con propuestas tan importantes como la eliminación del voto preferente y la implantación de las listas cerradas. Con las listas cerradas se evita el caudillismo dentro de las colectividades que participan en las elecciones.
El voto preferente acentuó el manejo de las campañas con el aporte de fondos por los contratistas, al mismo tiempo favoreció la discriminación dentro de las colectividades.
En la Reforma también se propone que sea el Estado el responsable de la organización electoral debido a los altos costos de esas campañas, con la finalidad de eliminar la participación de los comerciantes electorales que después obtienen beneficios con el lobby y apoyo de los elementos elegidos, ya sea en los cargos, en el Congreso, asambleas o concejos.
Otra de las propuestas de la Misión Electoral Especial es la creación de una Corte Electoral dinámica y actuante que evite el arraigado vicio en Colombia de aquellos elementos que a pesar de estar inhabilitados, aspiran y son elegidos.
De contera ocupan los cargos y cumplen inclusive con los períodos, solamente años después son condenados por el Consejo de Estado. Es vergonzoso para la llamada democracia colombiana ese hecho frecuente. La nueva Corte Electoral actuará preventivamente y de esa manera se controlaría en buena medida la corrupción.
La reforma y la Corte Electoral significan un avance importante para democratizar el juego de las colectividades en los procesos electorales, blindándolos inclusive contra los corruptos, sin embargo, ya existen voces discrepantes en los distintos grupos políticos que tienen asiento en el Congreso que se oponen a que estas propuestas utilicen la vía del Fast Track.
La intención es obvia si se acude a la vía de los debates interminables en las comisiones del Congreso, le cruzarán palos y la reforma no pasará. Esta reforma y Corte Electoral para que transite indemne por el Congreso debe ser por la vía rápida, sino es así habrá que darle como a otros tantos proyectos, entierro de tercera.
*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
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