comscore
Columna

Virgen del mar

Compartir

Tras la confirmación en los medios de comunicación que el papa arribará a Cartagena en septiembre, debemos desde ya prepararnos para recibirlo. La jerarquía de la Iglesia reveló que la visita apostólica tiene el fin de “animarnos a construir un mejor país”.

Como ya lo manifestó el arzobispo de Cartagena, monseñor Jorge Jiménez Carvajal, entre las actividades que aquí llevará a cabo Francisco, está bendecir la virgen de la bahía, que como todos sabemos fue destruida parcialmente por un rayo, y ha sido restaurada por el afamado escultor bogotano Carlos Rodríguez Arango.

La Virgen del Carmen, un proyecto del desaparecido Padre García Herreros, apoyada por los hermanos Rafael y Antonio Fuentes, y Nabonasar Martínez, entre otros, se materializó en 1958, cuando fue puesta en el baluarte de San Lorenzo del Reducto, su lugar inicial. Allí su tamaño e imponencia atraía la mirada de cuantos transitábamos por la avenida del Arsenal.

En 1983 fue trasladada, como se había previsto en un principio, a un bajo de la bahía, pero el pedestal que la ha soportado, de unos quince metros y el tamaño de la imagen de 9 metros aproximados, se pierden en la extensión de la rada cartagenera.

La llegada de un pontífice siempre ha servido, además de promover la evangelización, para realizar obras públicas. Cuando el viaje de Paulo VI a Bogotá para asistir al XXXIX Congreso Eucarístico Internacional, se desarrollaron obras como la avenida 68, el parque Simón Bolívar, el Templete Eucarístico, y los barrios Esmeralda y Paulo VI, que alojaron a los peregrinos que vinieron a escucharlo.

Esta vez la Iglesia considera que debe haber moderación y sobriedad en cuanto a los recursos que demande el recorrido pastoral de Jorge Bergoglio, pero estamos convencidos que es el momento de construirle una plataforma que permita celebrar la eucaristía y convertir el lugar en sitio de peregrinación y parador turístico. Igualmente, elevar el pedestal más metros de los que tiene la Virgen de los Marinos o la Patrona de los Mares, como se le llama también. Así la imagen dominará el paisaje de la bahía que le rodea, hoy minimizada por la inmensidad de ella.

Acostumbrémonos a pensar en grande. En Santander, en el parque nacional de Chicamocha, como parte de una estrategia religiosa y turística, han construido uno de los cristos más grande de América Latina, por más de 2.600 millones de pesos. 

¿Será que la administración distrital y la empresa cartagenera podrán construir el escenario y la peana adecuada para poner la imagen que bendecirá el papa Francisco, la cual quedaría anclada en la historia como testimonio memorable de su visita a Cartagena?.

*Rotaremos este espacio para mayor variedad de opiniones.

jorgedavilapestana@hotmail.com

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News