comscore
Columna

Regalos para año nuevo

Compartir

A dos semanas de finalizar 2016 quisiera compartir con optimismo algunos de los “regalos” que este año nos deja y que, seguramente, podrían transformar durante 2017 a Colombia, Bolívar y Cartagena.

El primero es la implementación del acuerdo general firmado con las FARC para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera. De cómo se efectúe este proceso dependerá la revitalización del campo colombiano, la apertura de la actividad política y la participación ciudadana, el desminado, los nuevos lineamientos en drogas ilícitas, las innovaciones en las fuerzas de seguridad y la posibilidad de construir memoria sobre qué pasó y qué no repetir. La Cátedra de Paz 2016 realizada por la UTB ofrece información valiosa para entender este punto (https://youtu.be/I1KhZeMX0vM).

Segundo, la reforma del Estatuto General de la Contratación Pública. El principal instrumento de acción del sector público es la contratación, por ello, la propuesta que elabora la Agencia Nacional de Contratación Pública, “Colombia Compra Eficiente”, podría cambiar drásticamente cómo se compran bienes y servicios, y se ejecutan obras públicas. Lo bueno es que en esta iniciativa prevalece la finalidad de la contratación sobre el procedimiento. En octubre el programa de Derecho de la UTB promovió un foro donde se detalla la valía de la reforma: (https://youtu.be/dgHkfWMX3tw).

Un punto adicional son los Contrato Paz. Es la nueva versión del Contrato Plan, figura usada por el gobierno nacional, departamentos y municipios para acordar la ejecución y financiación de proyectos de desarrollo, dándole prioridad a los territorios más golpeados por el conflicto. Sucre y Bolívar acordaron con la Nación celebrar un Contrato Paz para los Montes de María que permitiría ejecutar inversiones sin precedentes en esta subregión. Queda como tarea para el Departamento buscar otro contrato para el Sur de Bolívar.

Por último, el inicio de la fase operativa de Transcaribe. Hace un año parecía un imposible, pero hoy es cierta la transformación de la ciudad por cuenta de Transcaribe. Los tiempos de desplazamiento están disminuyendo y lo seguirán haciendo en la medida en que se avance con el proceso de chatarrización de buses antiguos y se pongan en circulación los nuevos articulados.

Aunque hay iniciativas inacabadas y acciones por corregir, Transcaribe no sólo es un proyecto de transporte y movilidad sino también de integración social, por lo que su ejecución debe permear otras instancias distritales. La ciudadanía lo debe exigir.

 

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News