Desde hace muchos años los destinos de la ciudad los maneja el centralismo, siendo nosotros marionetas movidas a su voluntad, pareciendo que la ingeniería local es culpable de los desaciertos en la infraestructura. Aceptamos con beneplácito las aclaraciones del editorialista de este medio al publicar en un editorial la opinión de uno de nuestros ingenieros, afirmando la calidad de la ingeniería local.
Es costumbre que el centralismo priorice la ingeniería del altiplano sin estudiar las condiciones técnicas y socioeconómicas de la región, y sin la asesoría de la ingeniería local. Los ejemplos cunden: el más reciente es la doble calzada entre el túnel de Crespo y la entrada a Tierrabaja, que incluye el Viaducto del Gran Manglar, del cual la SIAB hizo innumerables sugerencias y cuestionamientos sobre la inconveniencia de no hacerlo en doble calzada. La SIAB está más que justificada puesto que no se consideraron aspectos técnicos palpables acerca del gran crecimiento que, en el corto y mediano plazo, tendrá la Zona Norte con sus megaproyectos, que colapsarían esta vía en poco tiempo.
En debates anteriores, la SIAB cuestionó construir el emisario submarino impuesto por el Banco Mundial contra los fundados argumentos del gremio, habiendo alternativas menos costosas y menos complicadas.
La vía Perimetral fue otra obra con diseños de ingeniería hechos por la Universidad de Cartagena para cubrir el litoral entre el barrio El Pozón y la Vía del mar, bordeando la Ciénaga de la Virgen, con 8 km de largo. FONADE opinó que era muy costosa, cambió los diseños unilateralmente y solo construyeron 3 km, con los malos resultados conocidos.
Más tarde surgió la “brillante” idea de construir un túnel para continuar la doble calzada entre la Vía del Mar y la avenida Santander. De nuevo la SIAB hizo reparos porque se desecharon alternativas más viables. Podemos escribir un tratado de los desaciertos de esta obra, presupuestada en 133 mil millones y nunca se sabrá cuánto costará. Tampoco se socializó el puente de interconexión vial con la avenida Santander, hecho sin estudio de impacto ambiental.
No es posible ignorar los cientos de miles de millones de pesos despilfarrados por la administración distrital anterior en vías, escuelas y otras, con contratación concentrada en la ingeniería foránea y hoy vemos obras inconclusas y de muy mala calidad.Cuánto añoramos la época de oro de la ingeniería local, con empresas cartageneras (Otero Pacheco, Civilco, Conobras, Rodrigo Puente & Cía, Herrera y Tehelen, y otras), comprometidas con la ciudad y artífices de su desarrollo, y de un puñado de contratistas menores, egresados todos de la Universidad de Cartagena.
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