comscore
Columna

La crónica de un colapso anunciado

Compartir

Gobernar se ha convertido para Dionisio Vélez en un capricho, los cartageneros nos hemos acostumbrado a que en estos dos años de su “gobierno” se tomen decisiones autoritarias, arbitrarias y desprovistas de cualquier rigor administrativo. La ciudad, que demuestra ser en muchos casos bipolar con su “gobernante”, aplaude algunas decisiones y luego pasa a repudiarlas.

Quizás esta relación de odio y de amores fuera más estable, si existiera una conciencia ciudadana más crítica que lograra distinguir que los problemas de Cartagena son mucho más que calles pavimentadas y que por el contrario, esta concepción del desarrollo es la que nos tiene en el penúltimo lugar de la ciudades en cuanto a índice de progreso social.

Pero esta última desafortunada decisión de Vélez de iniciar la etapa “pedagógica” de Transcaribe, seguramente lo va inmortalizar en la mente de los cartageneros como el alcalde más autista y temerario de los últimos tiempos.

De nada le valió que cientos de cartageneros, inclusive en nuestra condición de candidato lo hicimos, le advirtieran que poner a rodar los buses sin tener todos los componentes del sistema, ocasionaría el colapso de la ciudad. Hoy se cumplieron todos los vaticinios y la ciudad entró en uno de sus peores colapsos de movilidad en su historia.

Con esta barrabasada administrativa, Vélez demostró una vez más su catadura de ególatra y de desprecio por los ciudadanos cartageneros. Con tal de cumplir una promesa de su campaña, puso a rodar los buses sin pasajeros, sin haber sacado de la troncal las rutas habilitadas.

Pero su egolatría se verá gravemente afectada, ante la decisión del presidente de no acompañarlo en su absurda medida. El presidente, como la mayoría de los cartageneros y cartageneras, quiere que se inicie Transcaribe, pero no a cualquier precio. La ciudad no puede permitir que los caprichos de este lánguido alcalde arrasen con ella y con la poquísima confianza que aun le queda a Transcaribe.

Un gobernante serio, eficaz e inteligente, tendría la capacidad para reconocer su error y revertir la medida, antes de que le cree más traumas e inclusive perturbe el orden público y la convivencia ciudadana.

Requerimos un sistema masivo de transporte, pero este no puede ponerse en operación sin todos sus componentes que garanticen su éxito; como dirían las abuelas:

“Quien espera lo mucho, espera lo poco”.

 

@fabioyezid

Pero su egolatría se verá gravemente afectada, ante la decisión del presidente de no acompañarlo en su absurda medida.

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News