El pueblo cartagenero eligió una vez más de la amplísima baraja de candidatos a quienes quiere que lo gobiernen en los siguientes cuatro años. De los aspirantes unos ganaron y otros andan en las profundidades de las aguas. Duele ver la disgregación y desastre electoral de los resultados del partido Verde en esta seccional del país por imponer candidatos, con la única cualidad de ser amigos de los directivos nacionales y por el ánimo facilista de ellos de aliarse con el diablo por las ansias de tener elegidos.
Pero para pérdida de todos nosotros, les salió el tiro por la culata a Antonio Sanguino, Claudia López y al mismo Antonio Navarro Wolff, quienes, olvidaron a militantes “verdes verdes” que sí merecían ser avalados para aspirar a tal posición. Después de ensalzar su candidata a la gobernación y mostrarla como la sucursal de la inmaculada en la tierra, tuvieron que tragarse la lengua y sus palabras por el “salto” que dio hacia otras toldas políticas.
Igual desastre hubo por imponer un candidato a la alcaldía que ni los verdes querían, Fabio Castellanos, y al que ni sus copartidarios al concejo apoyaron, pues mientras él sacó 3.891 votos, la lista de concejo de los verdes obtuvo 12.416 votos. Es decir, uno de cada tres verdes no voto por él. ¿Qué se puede decir de un candidato por el que ni sus copartidarios votan?
Todo porque los candidatos no se sumergen, los candidatos deben emerger, ser elevados por la base social, no escogidos a dedo por los directivos del partido que se cree dueño de los votos verdes de Bolívar. Acciones como esta, además de la venta express de avales por conveniencia acaban un partido, hacen lo que ocurrió, que pierda credibilidad, porque no se puede un día, como hacía el Dr. Navarro, enarbolar al candidato equivocado, escogido solo porque garantizaba la financiación a una campaña a alcaldía sin sentido y sin posibilidad, y al siguiente día tener que darse con la verdad en los dientes y entonces dar la reculada del ovejo.
Perdimos como partido de alternativa la posición de tercera fuerza en candidaturas a alcaldía, pues quedó demostrado con los resultados que el candidato de la UP (4.326 votos), quien apenas acaba de llegar, fue preferido a la opción verde impuesta para la alcaldía, Fabio Castellanos, quien solo alcanzó 3.891 votos, y 5 o 6 más que le aparecieron en los escrutinios.
Esta vez el verde se fue en blanco por la dictadura de sus directivos de Bogotá, y un partido que no permite la autonomía de las regiones es un remedo de partido y no llega a ninguna parte. En Bolívar fue el equipo de los que juegan como nunca y pierden como siempre. Verde no votó verde. El partido verde esta vez se fue en blanco.
*Concejal Alianza Verdeclamuro13@gmail.com