Sano y bienvenido el debate sobre las alturas de construcciones en el Barrio del Espinal, pero como siempre en Cartagena, es después de.
Hace años participé en una reunión en el Castillo San Felipe, sobre el futuro de ese Patrimonio monumental de Cartagena, a raíz de lo que debería suceder en el Espinal al desaparecer el Corralón de Mainero, después frustrado Parque de la Comida Caribeña, hoy estación de Policía.
Soñábamos y defendíamos la idea de ver al Espinal, parte del entorno del Castillo, convertido en un gran parque. La idea seguía siempre vigente pero nadie hizo nada para que sucediera. El tiempo valorizó el sector, haciendo cada vez mas irrealizable ese sueño. La necesaria expropiación por vía administrativa costaba demasiado para las casi siempre flacas finanzas municipales antes, y distritales después.
Las obras de mejora y el mantenimiento del Castillo, y las del entorno por la Sociedad de Mejoras Públicas, trajeron el uso turístico de muchas áreas y propiedades aledañas, especialmente calle de por medio con la Avenida Antonio de Arévalo, otro aporte a la movilidad de esa zona.
La construcción reciente del Centro Comercial Mall Plaza le dio una nueva dinámica al Espinal. El Centro Comercial San Lázaro Distrito Arte, eje de la polémica hoy, resultó de esa realidad. Sabemos que para sus gestores el elemento cultural será su eje. Nos referimos a la parte conceptual, no a las normas urbanísticas y de construcción que deben dilucidar de manera seria todas las autoridades competentes y que no se sabe dónde estuvieron antes, respetándole a sus ejecutores el debido proceso.
Este debate debe tener consecuencias benéficas para la ciudad y debe nacer un gran compromiso, aunque tardío, de definirle el futuro a este espacio importante. Es la oportunidad para que al revisar el POT, se le defina al Espinal su vocación con normas y lo más importante, que las autoridades de control urbano las hagan respetar.
Como lo ideal es enemigo de lo bueno y lo ideal hubiera sido el gran parque, hagamos de lo bueno lo mejor. Cartagena Distrito Turístico y Cultural merece un espacio urbano que hemos querido llamar “Distrito Artístico y Cultural del Espinal” para las artes y la cultura, que reforzaría nuestro título de ciudad patrimonio histórico de la humanidad, hoy amenazado. Que sea un distrito de museos, galerías, escuelas y talleres de diferentes expresiones artísticas, teatrinos, salas de exposiciones permanentes e itinerantes, con una buena gastronomía, especialmente la típica, y sitios de diversión livianos acordes con la vocación de la zona.
No por último menos importante, sino lo contrario, que se respete a los pocos residentes y raizales del Espinal. A ellos hay que incluirlos desde el principio en cualquier proceso para no repetir la gentrificación de San Diego y Getsemaní.
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