En el Estado de Bienestar en la Social Democracia la educación es elemento fundamental en el logro de la igualdad y el progreso. Esa concepción social y política predominó en los países desarrollados de Europa hasta el momento en que irrumpió el modelo neoliberal. Amartya Sen, Nobel de Economía, reflexiona en el mismo sentido al considerar que con la educación las clases menos favorecidas adquieren tanto seguridad como un mejor panorama hacia el progreso. La falta de educación y la pobreza, para él, están íntimamente relacionadas. Educar a los marginados genera igualdad y seguridad.
En Cartagena existen los Centros Regionales de Educación Superior (CERES); una estrategia del Ministerio de Educación Nacional que busca desconcentrar la oferta en la Educación Superior y ampliar su cobertura. Los CERES surgieron como una respuesta sentida con el ánimo de hacer más equitativo el ingreso a la educación superior y permitir que la población vulnerable acceda a la misma. Los CERES son considerados una “Revolución Educativa en Colombia”.
En Cartagena la pobreza que señala Amartya Sen sobrepasa el 70 por ciento; de los institutos de educación salen 8.000 jóvenes y solamente 2.000 logran entrar a la Educación superior.
Esa realidad asimétrica dio origen a una alianza de los CERES de la cual hacen parte: el Distrito de Cartagena, Universidad de Cartagena, Servicio Nacional de Aprendizaje Sena, Fundación Universitaria de los Libertadores, Fundación Tecnológica Antonio Arévalo (Tecnar), Universidad Tecnológica de Bolívar, Fundación Universitaria Colombo Internacional (Unicolombo), Acopi, Fenalco, Cotelco, Fundación Mamonal y Cámara de Comercio.
El objetivo de esa alianza es facilitarle a la población de escasos recursos económicos la educación superior en seis reconocidas universidades. Las universidades aportan un 25 por ciento, el Distrito de Cartagena 25 por ciento y el Icetex 25 por ciento. El estudiante, al finalizar la carrera, pagará un 25 por ciento. El Gobierno nacional subsidia al estudiante semestralmente con $650.000 pesos.
Insólitamente, a esa excelente estrategia educativa le surgen enemigos. En el Concejo distrital desconocen la importancia de los CERES. En lugar de asignarle un presupuesto necesario de ocho mil quinientos millones de pesos ¡lo redujo a una cifra insignificante que no supera los dos mil millones! Los concejales bien podrían reconsiderar esa decisión, para no quedar con el baldón de ser contrarios de un modelo educativo que beneficia a los sectores más desamparados de la ciudad.
La educación es básica para la igualdad y seguridad en las sociedades, por el contrario la falta de educación es cómplice de la miseria, la inseguridad y el subdesarrollo.
*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
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