Fiesta de la lectura

“Que la lectura es una fiesta puede resultar la verdad más rotunda para quienes ya han sido invitados al banquete literario. Vivir las historias de otros como propias, viajar a mundos desconocidos sin moverse de casa, deslizarse por las palabras hasta el fondo del sentido, saborear los ritmos de la letra, comprender la universalidad del dolor que relatan los cuentos de todas las épocas y la maravilla de la pasión que también se cuenta desde los orígenes de la palabra: todo esto y más habita en la literatura. Perderse esta fiesta es imperdonable”, dice Ernesto Sábato en “Cuentos que me apasionaron”.
Como participo de esta fiesta y sé todo lo bueno que ofrecen, invito a estos actos a quienes se los han venido perdiendo. Este mes de abril, cuando se celebra el Día del Libro, este texto de hoy más que una columna de opinión es una tarjeta de invitación a rechazar las desigualdades frente a la lectura y que partes importantes de la población en Cartagena vivan lejos del mundo de lo escrito, con todo lo bueno que ofrece, pero también a seguir creando condiciones que favorezcan el acceso de todas las personas a la lectura, priorizando a las que están lejos del mundo de la escritura.
Es una invitación a la fiesta de la lectura y al banquete de la literatura y en especial a la fiesta que prepara la biblioteca “Juventud por la Vida”, de la asociación Funsarep, en torno al 23 de abril y en el marco de su plan de lectura “Un Cerro de Libros”, que busca crear en el Cerro de la Popa el acceso de sus habitantes a la lectura de textos y del mismo contexto y a la ampliación de sus capacidades de producción de conocimientos y de participación en la transformación de la vida de este accidente geográfico.
Se dará el encuentro con libros, escritores e ilustradores. Con textos impresos, pero también audiovisuales que tratan sobre el mundo de los libros y la lectura (El Club de Lectura, de Jane Austen; Farenheit 451, Las Horas y Matilda). Se prestarán y donarán libros en el espacio de la biblioteca y a domicilio a través de la iniciativa “Si fulano y fulana no van a la biblioteca, la biblioteca va a fulano y fulana”.
Una fiesta con el encuentro entre bibliotecarios y animadores de lectura y un taller para animar a madres y padres a hablar y leer cuentos con sus bebés. Donde se leerá juntos y revueltos, los padres a sus hijos; los niños a los viejos en los ancianatos; donde los bibliotecarios leerán cuentos a los pelaos por teléfono.
Una fiesta de la lectura donde por supuesto habrá francachela, comilona y un restaurante de libros.
Perderse de esta fiesta es imperdonable, se los digo yo, un amante de los libros, de la literatura, de las palabras, en especial de aquellas palabras que liberan.

*Lingüista, Literato y Comunicador para el Desarrollo

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