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Columna

El tipo de cambio anda suelto

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Indigna cómo la Junta del Banco de la República se lava las manos al decir que cumplió su trabajo en el 2012 gastando US $4.844 millones para tratar de atajar la revaluación, aduciendo que no hay nada más que hacer.
Por el contrario, ignoraron el pedido del gobierno y de las Comisiones Económicas, que sugerimos una intervención mucho mayor sin las tan anunciadas compras de veinte millones de dólares diarios, porque hacerlo anticipadamente y con mínimos montos, lograron ser casi de cómplices de los especuladores que siguen aprovechando esta política perdedora. No hay nada más perverso que continuar con fórmulas ineficaces y repetitivas.
Parece ser parte de una estrategia para distraer la opinión sobre las pérdidas durante los últimos tres años, y como necesitan un chivo expiatorio para culparlo de ellas, qué mejor que este sea la compra de divisas y no la mala administración de las reservas y los gastos excesivos en el Emisor.
Hay colesterol bueno y malo. Lo mismo sucede con la inversión extranjera, que se vuelve nociva al no gravarse la inversión golondrina, como hemos sugerido, que viene al país por corto plazo a especular, porque dispara la revaluación.
El Emisor deberá comprar divisas hasta el monto necesario sin previo aviso, y de manera coordinada con la Tesorería Nacional. El monto óptimo de reservas internacionales que requiere el país, según la Comisión de Crédito Público, puede estar cercano al doble de las reservas actuales, que rondan los US $34.000 mil millones, por lo que proponemos comprar al menos el valor de la inversión extranjera para el 2013, que estará cercano a los US$15.500 millones, con lo que estaremos esterilizando una gran parte del efecto revaluacionista, sin olvidar la aplicación del  control de cambios sugerido.
Igualmente, hacer un acuerdo con la banca privada para que se convierta en parte de la solución, y no como hasta hoy, determinante de la especulación.
Es una falta de respeto de los técnicos burócratas manifestar que el sector productivo y exportador se debe acostumbrar a este tipo de tasa y dedicarse a mejorar su productividad. ¿Qué pasará con los cafeteros, floricultores y bananeros?, para enumerar unos pocos sectores fundamentales de empleo no calificado, que difícilmente podrán mejorar su productividad.
Urge ser imaginativos, de lo contrario la enfermedad holandesa hará el trabajo de enriquecer a una minoría, crear muy poco empleo directo, aumentar la revaluación y hacerlos más dependientes de sectores no renovables, depredadores y contaminantes. 
De no controlar la revaluación nos tocará volver a la devaluación gota a gota, la banda cambiaria o hacer cartel para la fijación de un precio pactado entre los actores del mercado. La reforma tributaria dejó un salvavidas para el sector real y exportador por medio de la disminución del 13,5% de los costos laborales. Sin esta y con un tipo de cambio cercano a los $1.760 ya se habría desatado la masacre laboral y exportadora.
Que no nos vengan con el cuento de que estamos entre los ocho países más revaluados del mundo, por nuestro gran desarrollo y buen manejo de la inflación, sino por dejar suelto el tipo de cambio.

Senador de la República*

sanchezca42@gmail.com

*Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.

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