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Columna

Mmm…;

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Hasta la gente mas pobre consigue lo que sea y como sea para salvar la vida de un ser querido. Y algunas IPS y galenos se encargan de hacer parecer como de vida o muerte cualquier dolencia menor de los pacientes. Es increíble, pero es la percepción generalizada de quienes tienen que recurrir a los servicios de emergencia en salud.
Los casos que le cuentan a uno son muchos. Son tantos que cuesta trabajo resistirse a la tentación de generalizar.
Uno. Un paciente ingresa por urgencia a una IPS. Cuando esta pide autorización para atenderla, la EPS Sura la niega, porque debe diciembre del 2011, aunque está paga hasta abril del 2012. Así que la IPS se encarga de estabilizarla y punto. Contra toda lógica, porque los servicios de salud no se pueden prestar con retroactividad, los familiares cancelan diciembre del 2011, y la entidad recaudadora (Aportes en línea) expide una constancia digital. La EPS Sura le dice a la IPS que ese documento no les sirve. Pregunto: ¿cómo es que la entidad recaudadora expide un documento de pago que quien le delega el recaudo no valida? ¡Absurdo!
Después de un largo vía crucis, en el que nadie da teléfonos, y desde un celular no se puede marcar los 01-8000 ¿qué es eso? uno de los familiares logra contactar el Call Center de la EPS, y tras ser interrogado y transferido cuatro veces, logra que le expliquen (10 horas después) que en la pagina Web de la entidad recaudadora se puede abrir (no descargar) un “pantallazo” que es al que la EPS le da validez, y con un “print screen” autoriza la atención integral del paciente. La desconfianza es un buen indicador del grado de corrupción que impera.
Hasta aquí lo que le consta a quien me comunicó el caso. Hubo rumores de que tuvieron que contratar una enfermera externa (120 mil por noche), que luego había que pagar consulta con un especialista y la rehabilitación. Me tomé el trabajo de llamar a Sura, ya sabía cómo hacerlo, donde me indicaron que todo eso lo cubría el POS, siempre y cuando fuera prescrito por los médicos.
En mi juventud se ponía más énfasis en el trabajo (hacerlo bien, dejar al cliente satisfecho) que en la remuneración: primaban los valores humanos y el dinero no lo era: no nos había invadido el neoliberalismo.
A mi como defensor que he sido del modelo, me cuesta trabajo aceptar que esa corrupción generalizada sea un subproducto del mismo. ¿Cómo podría serlo si el modelo económico es el que ha puesto al alcance de tantos colombianos bienes y servicios que antes ni soñaban alcanzar? ¿Será que esa misma posibilidad, ha incrementado el afán de tener sobre el de simple y sencillamente ser; o que los derechos y libertades la han generalizado y puesto al descubierto?
Lo peor es que no hay solución, y esta columna quedará mocha, porque salvo el reeducar a la sociedad, comenzando por la burocracia estatal (fuente fácil de enriquecimiento), no se me ocurre nada más. Y eso es tarea harto difícil (imposible diría yo). Para remate, ellos son el ejemplo del pueblo: son importantes, poderosos, los medios de comunicación nos los enfatizan, y se le rinde pleitesía ¿cómo separar esos atributos del dinero que acumulan? Se confunde dinero con todo lo demás.
No hay duda, el poder y el dinero son los máximos valores de esta sociedad en descomposición.

*Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe

movilyances@msn.com

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