comscore
Columna

Diplomacia cultural

Compartir

En esta época de globalización, cuando Colombia está realizando importantes actividades para integrarse al concierto internacional, la cultura está llamada a tomar un papel activo dentro de los esfuerzos diplomáticos.
Las características propias de las actividades culturales con su naturaleza de identidad regional sin ser excluyente de otras manifestaciones, hacen del arte y del pensamiento creativo un instrumento destinado a consolidar los lazos de unión entre los pueblos.
Sin duda la cultura es un elemento que agrupa permitiendo la variedad y la multiplicidad. Es también un factor de comprensión, tanto más si se refiere al grupo de países que como Latinoamérica comparten una misma lengua, similares tradiciones, bases históricas comunes, y dentro de su multiplicidad racial, un mestizaje común a todos los pueblos, que resalta los aspectos que nos unen por encima de los factores que temporalmente puedan dividirnos.
El momento es oportuno. Numerosas organizaciones privadas y estatales están dedicando sus esfuerzos a la consolidación, creación y difusión de las manifestaciones culturales. Estos organismos desarrollan múltiples actividades, pero, con frecuencia, actúan separados haciendo que sus esfuerzos se pierdan en el gran bullicio del diario vivir y de las preocupaciones financieras y políticas.
Es allí donde la diplomacia, encabezada por las cancillerías de los países y con el apoyo de las entidades estatales destinados al fomento de la cultura, pueden realizar sus mejores aportes. La coordinación de todo el movimiento cultural de la región debe estar dirigida a estos niveles de decisión para lograr que los esfuerzos de todos los gestores culturales se sumen y produzcan resultados en su propósito de dar realce a la diplomacia, entendida como el arte del entendimiento entre los pueblos.
Conciertos, presentaciones artísticas, festivales, exposiciones, ferias de libros, galerías itinerantes, son estos, entro otros, aspectos en que debemos trabajar de manera armónica. Podemos salir al mundo con muestras regionales, con representaciones del país y también lo podemos hacer como ese grupo latinoamericano que tiene su propia manera de vivir, sentir y definir la vida.
Cada uno de nuestros diplomáticos habrá de convertirse en un promotor de la cultura, y lo deberá hacer dentro de un marco conceptual, preparado, organizado y planeado, desde las más altas instancias, de forma que su mensaje sea un mensaje común en todas las esferas diplomáticas, donde quiera que un colombiano nos represente.
Aprender a llevar el aroma de nuestra tierra a todos los países no es un ejercicio vano ni un lujo del cual podamos prescindir. Es una manera de fomentar mejores relaciones internacionales con el resultado de poder contar con un mayor interés por invertir en este país y más frecuentes deseos de conocerlo, de hacer turismo en nuestra tierra y de traernos el beneficio de una apertura, que si bien se origina en lo cultural, tiene al final implicaciones en lo comercial y lo industrial.
Con la cultura mostremos al mundo esa nueva Colombia, la que queremos y de la que nos enorgullecemos. Mostremos un país más allá de los estereotipos y las ideas preconcebidas.

*Ex ministra de Cultura

galeriachicamorales@yahoo.es

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News