Estados Unidos enfrenta una alarmante crisis climática. Cielos oscurecidos por tormentas y cenizas dibujan un panorama desolador, mientras el país lidia con dos extremos: voraces incendios forestales en el Pacífico y un implacable vórtice ártico en el este.
En California, los incendios forestales han cobrado la vida de personas en Los Ángeles, además de causar numerosos heridos y daños devastadores. El gobernador Gavin Newsom ha ordenado la evacuación de más de 155.000 residentes ante el azote de cuatro incendios principales que afectan zonas como Pacific Palisades, Eaton Canyon (Pasadena) y Hurst (Valle de San Fernando). (Lea: Los famosos que pierden sus casas en los incendios en Los Ángeles).
Las pérdidas económicas se estiman en más de 50 millones de dólares, equivalentes a unos 217 mil millones de pesos colombianos. Más de 1.000 estructuras han sido consumidas por el fuego, mientras las llamas han arrasado unas 10.913 hectáreas. Además, los cortes de energía han dejado sin suministro eléctrico a más de 1,5 millones de personas, un aumento significativo desde los 400.000 afectados inicialmente.
El impacto de los incendios también ha alcanzado a la industria del entretenimiento, con Universal Hollywood Studios y las instalaciones de Walt Disney en Burbank obligadas a suspender sus operaciones debido a las condiciones peligrosas. Las autoridades trabajan sin descanso para contener las llamas y brindar apoyo a las comunidades afectadas, mientras el estado enfrenta uno de los episodios más críticos en años recientes. (Lea: Incendios en Los Ángeles: 5 muertos y miles de viviendas afectadas).
En el este
En el otro extremo del país, el vórtice polar ha llevado una ola de frío extremo, afectando especialmente al sur y este de Estados Unidos. Los estados más golpeados por las tormentas incluyen Texas, Arkansas, Kentucky, Virginia, Oklahoma, Nueva York y Utah. En ciudades como Nueva York y Chicago, las acumulaciones de nieve oscilan entre los 10 y 60 centímetros, afectando a cerca de 65 millones de personas.
Las consecuencias del temporal son alarmantes. Más de 50.000 hogares estuvieron sin suministro eléctrico, lo que ha interrumpido el acceso a agua potable en algunas zonas, obligando a los residentes a hervir el agua antes de consumirla. En Utah se reportaron avalanchas cerca de Salt Lake City, mientras que las carreteras resbaladizas han provocado cientos de accidentes viales en estados como Virginia, Indiana, Kansas y Kentucky, dejando al menos cuatro fallecidos. A esto se suma el caos en el tráfico aéreo, con más de 2.000 vuelos cancelados o retrasados.
Las autoridades han implementado medidas de emergencia para mitigar los efectos de esta doble crisis. Se han declarado estados de emergencia en múltiples regiones, se han restringido los viajes por autopistas e interestatales, y se han abierto centros de calentamiento para las personas que no tienen acceso a calefacción adecuada. Además, se insta a los ciudadanos a mantenerse informados y a seguir las recomendaciones oficiales para reducir los riesgos.
El impacto combinado de los incendios y el vórtice ártico evidencian la creciente vulnerabilidad del país frente al cambio climático. La seguridad de millones depende de la rapidez y eficacia de las respuestas a estas crisis, que lamentablemente se vuelven cada vez más frecuentes.