Este domingo, 21 de diciembre, el Gobierno de Estados Unidos interceptó un tercer petrolero en el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela, justo un día después de la incautación de un tanquero con bandera panameña que, según Washington, traficaba “crudo sancionado” dentro de la “flota fantasma” venezolana.
El estado del tercer buque interceptado por Estados Unidos cerca de Venezuela sigue siendo incierto y aún no se ha confirmado si transportaba crudo venezolano, según informó un funcionario estadounidense citado por CNN.
Tanto el Pentágono como la Guardia Costera evitaron pronunciarse y remitieron las consultas a la Casa Blanca, que hasta ahora no ha confirmado oficialmente la operación.
El segundo buque petrolero interceptado por Estados Unidos
Según medio estadounidenses, el segundo buque interceptado se trata del petrolero M/T Centuries, de bandera panameña y propiedad china.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó la confiscación del tanquero Centuries, de bandera panameña, al que la Casa Blanca calificó como parte de la llamada “flota fantasma venezolana”, utilizada, según EE. UU., para traficar petróleo y financiar al régimen de Maduro.

Por su parte, la portavoz adjunta de la Administración, Anna Kelly, aseguró que el buque transportaba petróleo de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), empresa sancionada por Washington, pese a que algunos reportes señalan que el tanquero no figuraba en la lista negra estadounidense.
La primera interceptación de un buque petrolero por parte de Estados Unidos ocurrió el pasado 10 de diciembre de 2025, cuando Washington incautó el tanquero sancionado Skipper y confiscó el cargamento de crudo que transportaba.
Días después, Trump ordenó un bloqueo total a la entrada y salida de este país a buques petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense, dentro de la presión que ejerce sobre el Gobierno de Maduro, al que Washington acusa de liderar una red de tráfico de drogas.
Desde agosto de este año, Estados Unidos mantiene un amplio despliegue militar dentro de una campaña antidrogas en la que ha destruido a unas 30 supuestas lanchas vinculadas al narcotráfico y asesinado a más de un centenar de sus tripulantes.

