Uno de los sospechosos del atentado realizado en la playa Bondi, en Sindney, Australia, que dejó 15 muertos y varios heridos, enfrenta 59 cargos por el múltiple asesinato.
Naveed Akram, de 24 años, es uno de los tiradores, junto a su padre, quien fue abatido en medio de los hechos, deberá responder por esos delitos, entre los que se incluyen 15 por asesinato y uno por terrorismo, por su presunta implicación en el atentado contra una celebración judía ocurrido el domingo 14 de diciembre.
Entre los cargos contra Akram, también le figuran delitos de intento de homicidio; comisión de un acto terrorista; exhibición pública de un símbolo terrorista prohibido; y colocación de un explosivo en o cerca de un edificio; según señalaron las autoridades en un comunicado.
El Equipo Conjunto de Lucha contra el Terrorismo de Nueva Gales del Sur (JCTT, por sus siglas en inglés) informó de que el acusado fue detenido bajo custodia policial en el hospital, donde permanece internado con heridas críticas, tras salir ayer del coma, y deberá comparecer este miércoles ante el tribunal mediante videoconferencia.
Las víctimas mortales identificadas
El ataque, que se prolongó durante unos nueve minutos, dejó 15 víctimas mortales de edades comprendidas entre los 10 y los 87 años, de las cuales doce han sido identificadas oficialmente hasta el momento.

Durante el ataque, Sajid Akram, de 50 años, origen indio y padre del acusado, murió tras ser abatido por la policía en el lugar de los hechos, al ser señalado como segundo hombre armado.
No hay indicios de otros sospechosos en el ataque
La comisionada de la Policía Federal Australiana, Krissy Barrett, señaló que por ahora no existen indicios de la implicación de otras personas, aunque advirtió de que la investigación sigue en curso y los datos podrían variar conforme avancen las pesquisas.
Según las investigaciones preliminares, las autoridades creen que padre e hijo actuaron de manera independiente y que estuvieron influidos por ideología vinculada al Estado Islámico (EI). En noviembre viajaron al sur de Filipinas, donde operan células islamistas.

