Luego de que Estados Unidos ordenara el “bloqueo total” de los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela, este martes, 16 de diciembre, el presidente Nicolás Maduro convocó a un “poderoso congreso” para la defensa y el desarrollo del país.
Maduro manifestó que “en las próximas horas” emitirá un decreto presidencial con la convocatoria al que denominó “Congreso Bolivariano del Poder Constituyente Originario”, en el que espera que participen todos los poderes, instituciones y sectores de la nación, incluyendo la Fuerza Armada.
En ese sentido, el mandatario de los venezolanos afirmó que es una decisión “absoluta y total” la de “avanzar por el camino de la revolución bolivariana profunda”, en referencia al proyecto y movimiento chavista.
Nicolás Maduro planea congreso y propone proceso de reforma constitucional
Según el presidente Maduro, este viernes, 19 de diciembre, se reunirán las principales autoridades del país para comenzar la planificación de un congreso nacional. Según explicó, en ese espacio se abordará la “defensa integral del país en cualquier circunstancia”, con un papel central de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), así como estrategias para impulsar el desarrollo económico.
Maduro también señaló que en el congreso se deberá avanzar en la construcción de un nuevo sistema electoral, al que calificó como “perfecto, infalible y accesible”. Además, pidió al Parlamento del período 2026-2031, que iniciará funciones el 5 de enero, trabajar en un proyecto de reforma constitucional que actualice y fortalezca los derechos establecidos en la Carta Magna. De acuerdo con el Gobierno, una comisión encabezada por el fiscal general, Tarek William Saab, ya ha adelantado ese trabajo durante este año.
El mandatario aseguró que estas iniciativas buscan consolidar la estabilidad y la paz del país frente a lo que calificó como una “amenaza imperial”, en referencia a Estados Unidos. Desde agosto, Washington mantiene un despliegue aeronaval en el mar Caribe que, según la Casa Blanca, está dirigido a combatir el narcotráfico, pero que Caracas considera una estrategia para promover un cambio de régimen y apropiarse de los recursos energéticos venezolanos.