La empresa de petróleo estatal venezolana denunció este lunes que fue objeto de un “ataque cibernético dirigido a detener su operatividad”, lo que, denuncia el Gobierno de Nicolás Maduro, es parte de la “estrategia” de los Estados Unidos de “hacerse” con este recurso “por vía de la fuerza y piratería”, sentenció el régimen.
A través de un comunicado, rechazó “categóricamente”, la que calificó como una “acción deleznable” que fue “orquestada por intereses extranjeros en complicidad con factores apátridas que buscan quebrantar el derecho del país a su desarrollo energético soberano”.
“No es la primera vez que el Gobierno de los Estados Unidos, aliado con sectores extremistas, intenta afectar la estabilidad nacional y robarle las Navidades al pueblo venezolano”, señaló. Sin embargo, gracias a “la pericia del talento humano, las áreas operativas no sufrieron afectación alguna, siendo reducido a un ataque a su sistema administrativo”, señaló.
“Se mantiene la continuidad operativa de la industria mediante la implantación de protocolos seguros que permiten sus actividades regulares en el suministro de productos en el mercado nacional, así como para el cumplimiento de todos sus compromisos de exportación”, aseguró. Le podría interesar: “El presente de Venezuela es horroroso”, pero la alegría volverá
Confiscación del barco petrolero
La estatal hace esta denuncia cinco días después de que el Gobierno de Nicolás Maduro alertara del “robo descarado” por parte de EE.UU. de un buque petrolero frente a las costas venezolanas, en medio del despliegue militar de la nación norteamericana en el mar Caribe, visto por Caracas como una “amenaza” para propiciar un cambio de régimen.
Ese día, 10 diciembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había anunciado que su país interceptó y confiscó un petrolero en el mar Caribe, lo que elevó la tensión entre Estados Unidos y Venezuela. Lea también: María Corina Machado endurece su discurso sobre Venezuela
Posteriormente, el Gobierno de Nicolás Maduro dijo que ese “nuevo acto criminal se suma al robo de Citgo”, filial de la empresa estatal en territorio estadounidense, y anunció que acudirá a instancias internacionales para denunciar “este grave crimen internacional”.
Según The New York Times, el petrolero, de nombre Skipper y que navegaba con falsa bandera, fue incautado por orden de un juez estadounidense por sus vínculos con el contrabando de petróleo iraní, sancionado por Estados Unidos, aunque en esta ocasión transportaba crudo venezolano.

