José Antonio Kast fue elegido este domingo como nuevo presidente de Chile tras imponerse con un amplio margen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Con el 83,4 % de los votos escrutados, el candidato del Partido Republicano obtuvo el 58,61 % de los sufragios, frente al 41,39 % alcanzado por la aspirante de izquierda Jeannette Jara, de acuerdo con los resultados preliminares del Servicio Electoral (Servel).
El triunfo le permitirá a Kast, de 59 años, asumir el mando del país por un periodo de cuatro años, a partir del próximo 11 de marzo, cuando reciba la banda presidencial de manos del actual mandatario, Gabriel Boric.
Será la primera vez, desde el retorno a la democracia, que un dirigente identificado abiertamente con el pinochetismo llegue a La Moneda mediante elecciones.
El exdiputado logró una victoria contundente en las 16 regiones del país, incluyendo zonas tradicionalmente afines a la izquierda como Valparaíso y la Región Metropolitana, donde se ubica Santiago. Además, obtuvo amplias mayorías en regiones del norte minero y del sur agrícola, consolidando un respaldo territorial transversal.
Desde el comando del Partido Republicano, el reconocimiento del resultado fue confirmado por su presidente y principal colaborador de Kast, Arturo Squella. “Hace unos minutos recibimos la llamada de Jara”, afirmó. Posteriormente, destacó el significado político del triunfo. “Nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado, muy responsable de este tremendo sacrificio de hacernos cargo de las crisis por las que atraviesa Chile”, añadió.
Un resultado histórico en el ciclo democrático chileno
La diferencia obtenida por Kast se ubica entre las más amplias desde el fin de la dictadura, solo superada por la victoria de Michelle Bachelet en 2013. Desde 1990, el poder en Chile ha alternado entre la izquierda y la derecha, sin que un presidente haya entregado la banda a un sucesor de su mismo sector político.
Kast llega al poder en su tercer intento presidencial, luego de haber perdido en 2021 frente a Boric. A diferencia del fallecido Sebastián Piñera —el único mandatario de derecha que había gobernado en democracia—, Kast hizo campaña en 1988 a favor de la continuidad del general Augusto Pinochet.
Los desafíos de Kast en sus cuatro años de mandato
Durante la campaña, la seguridad ciudadana y la migración irregular concentraron gran parte del debate electoral. Kast prometió medidas como expulsiones masivas de migrantes, la tipificación penal de la migración y la construcción de cárceles de máxima seguridad para cabecillas del narcotráfico, en un país que registra una tasa de homicidios de seis por cada 100.000 habitantes.
El nuevo presidente deberá gobernar con un Congreso fragmentado. La derecha y la ultraderecha quedaron a dos escaños de la mayoría en la Cámara de Diputados, mientras que el Senado se encuentra dividido en partes iguales con los sectores de izquierda, lo que anticipa un mandato de cuatro años marcado por la negociación política.