La líder opositora María Corina Machado llegó a Oslo, Noruega, en la madrugada del jueves, 12 de diciembre, en el marco de la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025, luego de vivir en la clandestinidad en Venezuela y pasar por una compleja travesía que le permitió salir del país.
Su salida de Venezuela se realizó mediante una operación secreta, liderada por Bryan Stern, un exmilitar estadounidense, quien coordinó la evacuación por vía terrestre, marítima y aérea, lo que permitió a Machado abandonar territorio venezolano sin ser detectada.
Tras el éxito de la operación, Stern, fundador de Bull Rescue Foundation, una organización dedicada al “rescate de estadounidenses y aliados en zonas de conflicto y desastre”, aseguró en una rueda de prensa virtual que nadie los ha contactado para facilitar el regreso de Machado a Venezuela, pese a que la opositora manifestó desde Oslo su intención de volver al país.
“No nos han pedido que hagamos eso. Le dije a María que no debería regresar, porque el mundo la necesita. Prefiero que esté fuera y a salvo, en lugar de que vuelva a estar en peligro”, dijo Stern.
Así fue la operación para sacar a María Corina Machado de Venezuela
Todo comenzó, según el veterano de guerra, cuando una persona del equipo de Machado se puso en contacto con él, sin que supiera entonces que Machado sería el objeto del rescate.
Ella ha sido, según el exmilitar, uno de los perfiles más altos que la organización haya rescatado en más de 800 operaciones, lo que también generó mayores complicaciones.
Dada su popularidad, Machado tuvo que usar una peluca y un disfraz durante su huida el pasado martes de una casa en un suburbio de Caracas, tras lo que cruzó diez controles de seguridad antes de llegar a un puerto pesquero donde abordó una pequeña embarcación que la llevó hasta un barco que la esperaba en altamar. Desde allí, emprendió su camino rumbo a Noruega.

Aunque no llegó a tiempo para recibir el galardón durante la ceremonia, que fue recogido por su hija, Machado hizo en Oslo su primera aparición pública desde el pasado enero.
Stern agregó la operación estuvo financiada por donantes anónimos que vinculó con ciudadanos venezolano-estadounidenses descontentos con el régimen de Madura, y negó que recibiera ayuda del Gobierno de EE. UU.
No obstante, aseguró que contactó con altos mandos militares para evitar que su operación en alta mar pudiera ser malinterpretada, en un momento en el que Estados Unidos ha bombardeado varias lanchas, supuestamente ligadas al narcotráfico, frente a las costas venezolana.
“Me preocupaba profundamente, ser blanco de ataques del Ejército estadounidense. Estábamos, ya saben, dos barcos en alta mar frente a la costa de Venezuela en la oscuridad de la noche haciendo algo, y el ojo que todo lo ve desde el cielo puede interpretar esto erróneamente como algo nefasto”, sostuvo.
También negó cualquier ayuda de las autoridades de Venezuela o que estas hubieran tenido constancia de la operación. “Probablemente el régimen esté un poco avergonzado e irritado”, sentenció.

