El almirante Alexandr Moiséev, comandante de la Armada rusa, acusó a los Estados Unidos y Europa de militarizar el Ártico con la excusa de protegerse contra las amenazas provenientes de los Gobiernos de Rusia y China.
“Las declaraciones de líderes políticos y militares de Estados Unidos y Europa sobre la región ártica confirman sus ánimos antirrusos. Durante los últimos dos años Finlandia y Suecia se sumaron a esta histeria antirrusa”, indicó durante su intervención en un foro internacional dedicado al Ártico.
Según el jefe de la Armada rusa, “las principales declaraciones políticas constatan el incremento de la militarización del Ártico y los preparativos para un posible enfrentamiento militar en la región bajo la excusa de ‘protegerse contra las amenazas por parte de Rusia y China’”.
En el mismo espacio, el militar ruso dejó claro que su país tiene desplegados en la zona submarinos nucleares y que “la alta preparación para el combate de las fuerzas nucleares está garantizada por un nivel de sofisticación sin precedentes”, sentenció. Le podría interesar: Putin designa nuevo viceministro de Exteriores experto en África y Asia
El Ártico, una zona de importancia para Rusia
El almirante Alexandr Moiséev, también precisó que el principal objetivo de las armas es “disuasorio”. “Debo constatar que la situación en la región ártica continúa siendo compleja, con una tendencia a empeorar. En lugar de conversaciones sobre la cooperación en el Ártico cada vez escuchamos lo contrario, incluyendo declaraciones de que el Ártico puede ser el escenario de un futuro conflicto”, añadió.
Sin embargo, expresó su esperanza de que tras la publicación de la nueva estrategia de seguridad propuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cambiará la estrategia estadounidense respecto al Ártico, “y pasará del enfrentamiento a la asociación”.
El Ártico adquiere cada vez mayor relevancia para Rusia, ya que, debido al calentamiento global, se incrementa las posibilidades de navegación en los mares septentrionales de Rusia, abriendo paso a la Ruta del Norte promovida por el presidente ruso, Vladímir Putin, que acortaría significativamente las distancias entre Asia y Europa.

