El miércoles, 27 de noviembre, dos agentes de la Guardia Nacional de Estados Unidos murieron tras un tiroteo cerca de la Casa Blanca, en el que fue arrestada una persona que se encuentra en estado crítico.
Aunque se había reportado que solo estaban heridos, las autoridades confirmaron el fallecimiento tiempo después.
“Con gran tristeza podemos confirmar que ambos miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental que fueron baleados hoy en Washington DC han fallecido a causa de sus heridas”, anunció Patrick Morrisey, gobernador de Virginia Occidental, estado de las víctimas. Lea: Así fue el ataque contra 2 miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos
Así fue el tiroteo donde fallecieron los 2 agentes de la Guardia Nacional de Estados Unidos
Los disparos ocurrieron en la esquina de la calle 17 con la calle I, en el noroeste de Washington, a pocos metros de la Casa Blanca. Tras las detonaciones, las fuerzas del orden reaccionaron de inmediato y ordenaron a los transeúntes refugiarse en los edificios cercanos. Poco después, la Policía confirmó que el agresor había sido detenido y que la zona quedó acordonada.
Los dos agentes heridos, junto con el atacante, fueron trasladados a centros médicos.

Tras el incidente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se encontraba en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, por el puente de Acción de Gracias, informó sobre la situación y calificó al agresor como “el animal que disparó a los dos guardias nacionales”. Señaló que todos estaban gravemente heridos y aseguró que el responsable “pagará un precio muy alto”, declaración que dio antes de que se conociera la muerte de las víctimas.
Testigos del incidente afirmaron que escucharon dos disparos y que de inmediato las personas comenzaron a correr. Mohammed El-Katabi, un visitante de Atlanta que estaba en la zona, dijo a EFE haber visto cómo ambulancias trasladaban a dos personas en camillas. “En una de ellas iba un señor con ropa militar; espero que esté bien”, comentó. Añadió que tras la salida de las ambulancias, varios helicópteros sobrevolaron el área y numerosos agentes llegaron al lugar.
La Guardia Nacional había sido desplegada en Washington desde agosto por orden de Trump, con el argumento de reforzar la seguridad en una ciudad que, según él, enfrenta altos índices de criminalidad. La alcaldesa Muriel Bowser inicialmente se opuso a esta medida, señalando que los homicidios habían disminuido gracias al trabajo de la policía local. Sin embargo, Trump afirmó luego que el gobierno capitalino había decidido cooperar con las fuerzas federales.
Este despliegue fue cuestionado recientemente. Una jueza federal determinó la semana pasada que la presencia de la Guardia Nacional en la capital es ilegal y ordenó al Gobierno retirarla antes del 11 de diciembre.

