El presidente de Perú, José Jerí, abrió la puerta a una intervención directa en la Embajada de México en Lima para detener a la ex primera ministra Bettsy Chávez, señalada como coautora del intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo a finales de 2022, y contra la que el Tribunal Supremo ha dictado cinco meses de prisión preventiva y una orden de busca y captura.
“Si tiene que ingresarse a la embajada mexicana, se hará”, indicó en una entrevista con el diario peruano ‘El Comercio’ a la pregunta sobre si replicaría la actuación de Ecuador cuando, en 2024, irrumpió en la Embajada mexicana para arrestar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
Cuando Lima supo de la presencia de Chávez en la legación, hace menos de tres semanas, el ministro de Exteriores peruano, Hugo de Zela, fue preguntado por la misma idea, ante lo que aseguró que no existía tal posibilidad porque “Perú es un país respetuoso con el Derecho Internacional”.
José Jerí, que reconoció no haber “meditado” todavía con el primer ministro y Gabinete qué hacer, ha afirmado que hay un mandato judicial", tras la orden dictada el viernes por el Supremo, y que él está “abierto a todo tipo de posibilidades”. “No me limito”, agregó antes de asegurar que las fuerzas peruanas ingresarían en la Embajada de si tuviese que hacerse. Le podría interesar: Tensión diplomática: Perú rompe con México por caso Betssy Chávez
En este sentido, ha afirmado que, según la informaciones que maneja el Ejecutivo, la ex primera ministra sigue en la legación y que “México sabe que, si Betssy Chávez sale de la embajada, es capturada inmediatamente”. “También sabe que hay policías peruanos afuera y eso es visible”, ha señalado.
A Jerí no le preocupa la reacción de Latinoamérica
En línea con las explicaciones, el miércoles de De Zela, quien señaló que el Gobierno había decidido “demorar” la decisión sobre conceder o no el salvoconducto a la ex primera ministra, el dirigente peruano afirmó que se tomará un tiempo para tomar postura. Con todo, ha considerado que “se ha distorsionado un principio” y que las autoridades peruanas tienen que mostrar su “incomodidad como país por el mal uso del asilo político” en el caso de Chávez.
El presidente de Perú ha lamentado que las relaciones exteriores de su país “han sido muy volubles por un exceso de injerencia” de otros y negó temer la reacción de la izquierda latinoamericana si llegara a autorizar la entrada en la Embajada mexicana, especialmente tras el anuncio, el viernes, de que Colombia retiraría su propia legación si eso llegara a ocurrir, según el mandatario colombiano, Gustavo Petro. “A palabras necias, oídos sordos”, respondió Jerí.
Mientras tanto, Chávez permanece bajo asilo en la Embajada de México en Lima. La Fiscalía había solicitado una pena de 25 años de prisión para ella, además de su inhabilitación para ejercer funciones públicas durante dos años y medio al acusarla como presunta coautora del delito de rebelión en agravio del Estado, en el marco del intento de golpe de Estado atribuido al entonces presidente Pedro Castillo. Lea también: Petro amenaza con romper relaciones diplomáticas con Perú
Éste, por su parte, se encuentra detenido después de que el 7 de diciembre de 2022 anunciara la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción. Su decreto, que no recabó ningún apoyo, terminó por llevar al Parlamento a apoyar una moción de censura en su contra.

