El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que su país no permitirá que el conflicto geopolítico en el Caribe escale hasta convertir a Venezuela en un territorio comparable con zonas de guerra recientes.
En una alocución transmitida por Venezolana de Televisión, el mandatario aseguró que la nación sudamericana no será “la Gaza de Suramérica”, en medio del creciente choque diplomático con Estados Unidos por el despliegue militar ordenado por Washington en la región.
Maduro cuestionó públicamente la presencia del portaaviones Gerald Ford y de otros recursos navales y aéreos estadounidenses en aguas del Caribe, movimiento que Caracas interpreta como una maniobra para favorecer un eventual cambio político en el país. Lea: Maduro alerta sobre riesgo regional y pide a EE.UU. detener avances
Durante su intervención, pidió directamente a la población estadounidense intervenir en la toma de decisiones de su Gobierno: “¿Queremos otra Gaza ahora en Suramérica? ¿Qué dice el pueblo de Estados Unidos? (...) Déjenme decirles que no. Aquí triunfará la paz”.
El gobernante sostuvo además, alternando inglés y español, que su postura es inequívoca: “War (guerra), no. Death (muerte), no. Peace, and life, and love. Paz, vida y amor. No al odio, no a la guerra”.
Tensión regional por despliegue militar estadounidense
Mientras Caracas insiste en denunciar una operación de presión militar, en Washington el presidente Donald Trump afirmó este viernes haber tomado una posición frente a posibles acciones militares relacionadas con Venezuela, aunque evitó compartir detalles. “Ya me decidí. No puedo decirles qué será. Hemos avanzado mucho con Venezuela en términos de frenar la entrada masiva de drogas”, comentó ante periodistas.

El Washington Post reportó que Trump sostuvo una reunión con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y con el jefe del Estado Mayor, Dan Caine, para evaluar diferentes escenarios de intervención. El encuentro se habría dado un día después de que Hegseth anunciara la operación ‘Lanza del Sur’, enfocada —según dijo— en combatir el narcotráfico en el continente.
En el marco de esa estrategia, Estados Unidos informó este viernes sobre un ataque a una embarcación en el Caribe, acción en la que murieron cuatro personas. Paralelamente, Trinidad y Tobago confirmó que recibirá nuevamente a unidades navales estadounidenses para ejercicios conjuntos hasta el 21 de noviembre, actividad que el gobierno venezolano ha calificado repetidamente como actos de provocación.
El aumento de la presencia militar de EE.UU. motivó reacciones dentro y fuera de Venezuela. El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, propuso crear una red de juristas que analice vías para presentar denuncias ante instancias internacionales por lo que calificó como una amenaza al derecho internacional.
La ONU, por su parte, ha catalogado los ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico como violaciones a las normas internacionales, con un saldo superior a ochenta fallecidos.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) también emitió un pronunciamiento, advirtiendo que la región podría enfrentar “una desestabilización sin precedentes” si Estados Unidos decide avanzar hacia un “movimiento militar de agresión”.

