Tras una jornada de votaciones y según las proyecciones de AP, CNN y NBC News, el demócrata Zohran Mamdani ganó este martes, 4 de noviembre, las elecciones a la Alcaldía de Nueva York, obteniendo el 50% de los votos.
Mamdani, de 34 años, será el alcalde más joven de Nueva York desde 1892 y también el primero musulmán, tras imponerse al independiente Andrew Cuomo y al republicano Curtis Sliwa, según el resultado provisional con el 69% escrutado.
El político progresista, que ya sorprendió al vencer en las primarias a Cuomo pese a su corta experiencia como asambleísta estatal, conquistó a los neoyorquinos con promesas de autobuses y cuidado infantil gratis, viviendas asequibles y una red de tiendas administradas por la ciudad con precios bajos para afrontar el alto coste de la vida en la Gran Manzana.

Perfil de Zohran Mamdani, el nuevo alcalde de Nueva York
Con solo 34 años, Mamdani pasó de ser un legislador regional prácticamente desconocido al líder de la urbe más grande de Estados Unidos, impulsado por una población que hoy salió en masa a votar, convencida por sus promesas progresistas o con ganas de cambio.
Pese a los intentos de última hora del ‘establishment’, encabezado por el presidente republicano, Donald Trump, y por magnates como Elon Musk, de frenar su avance con mensajes y dinero, Zohran Mamdani triunfó en unas elecciones locales con la participación más alta desde 1969.
Otro hito que se anota es ser el primer alcalde musulmán, faceta que expuso con orgullo y también atrajo acusaciones de extremismo islámico, que él rechaza como islamofobia, y de antisemitismo, que también niega, por su crítica abierta al Gobierno de Israel y su apoyo a los palestinos.
De acuerdo con EFE, está por verse si Mamdani conseguirá ejecutar sus políticas bajo las amenazas de Trump, que intentó disuadir a sus votantes diciendo que lo arrestaría y deportaría, ya que es un inmigrante de Uganda nacionalizado estadounidense, que obstaculizaría la entrega de fondos federales, e incluso que “tomaría” la ciudad.
El ya alcalde, por su parte, suavizó su tono combativo desde sus inicios y, si bien ayer dijo que todo eso “son amenazas, no la ley”, afirmó en su primer debate electoral que le plantaría cara a Trump pero estaba dispuesto “no solo a hablar con él, sino a trabajar si eso significa cumplir (con la promesa de) bajar el costo de vida” para los neoyorquinos.

