La tranquilidad de los pasajeros del vuelo 512 de United Airlines se vio interrumpida este martes 4 de noviembre luego de que se confirmara la amenaza de una bomba dentro del avión.
Este hecho obligó al capitán a aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, cerca de Washington, Estados Unidos. Además, el medio Bloomberg informó que una persona confirmó que los vuelos con origen y destino en el aeropuerto, fueron suspendidos.
Desde la cuenta oficial de X del aeropuerto confirmaron lo sucedido: “Todas las operaciones de vuelo se encuentran suspendidas en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan mientras los pasajeros de un vuelo de United Airlines desembarcan y son trasladados en autobús a la terminal. Proporcionaremos más información en cuanto esté disponible”.
All flight operations are being held at Reagan National while passengers on a United Airlines flight are being offloaded and bussed to the terminal. We will provide more information as it becomes available.
— Reagan Airport (@Reagan_Airport) November 4, 2025
Medios locales lograron comunicarse con fuentes de la aviación que la amenaza no confirmada se hizo directamente contra el avión, por lo que la Administración Federal de Aviación (FAA) actuó con máxima cautela.
La interrupción de las operaciones fue confirmada por la FAA a través de sus redes sociales. “La FAA está al tanto de un posible problema de seguridad en un avión en el aeropuerto Reagan. Los pasajeros han sido desembarcados y el avión se encuentra alejado de la terminal mientras se lleva a cabo la investigación”. Lea: 15 heridos en aterrizaje de emergencia en Estados Unidos
La red de vuelos de la capital se vio afectada por la paralización de los aterrizajes y despegues. Las aeronaves que se encontraba en aproximación cuando ocurrió el suceso recibieron instrucciones de desviarse o permanecer en espera.
¿Cuántos vuelos se retrasaron en el aeropuerto de Reagan?
Los pasajeros del avión fueron captados en video descendiendo de él y caminando por la pista para abordar los buses y ser trasladados al edificio principal. Mientras tanto, la aeronave fue rodeada por diferentes carros policiales, incluyendo unidades de la Policía de la Autoridad Metropolitana de Aeropuertos de Washington (MWAA).
Según datos de rastreo aéreo, los retrasos afectaron más de 160 vuelos y las demoras, en promedio, superaron la hora en las llegadas. La terminal, conocida por sus estrictas restricciones de espacio aéreo, experimentó una interrupción total en sus operaciones.

