Un joven de 26 años, identificado como Jeong Hyo-won, falleció presuntamente a causa de las exigentes condiciones laborales a las que estaba sometido.
El hecho, que ocurrió en Corea del Sur, se registró en la reconocida cadena de panaderías London Bagel Museum, donde el joven trabajaba.
De acuerdo con medios locales, Jeong fue encontrado sin vida en el lugar de trabajo tras haber cumplido jornadas de hasta 13 horas diarias, alcanzando cerca de 80 horas de trabajo en una semana. La autopsia confirmó que no padecía enfermedades previas, por lo que las autoridades concluyeron que su fallecimiento fue consecuencia del exceso de trabajo.

El Partido de la Justicia, una colectividad progresista minoritaria, denunció que el contrato del joven incluía 14 horas extras por semana, superando el límite legal en Corea del Sur, donde la jornada máxima permitida es de 52 horas semanales (40 regulares y 12 adicionales). “El trabajo crónico y agudo en exceso podría haber conducido a su muerte”, señaló un vocero del partido.
La tragedia tomó un giro aún más doloroso cuando la novia del joven publicó los últimos mensajes que él le envió: “Perdón por no poder escribir. Estaba tan ocupado en la tienda que ni me di cuenta de que había pasado la hora de la cena”, escribió poco antes de morir.
Joven murió por exceso de trabajo: de la empresa se pronunció
La familia de Jeong solicitó que su caso sea reconocido oficialmente como una muerte laboral, además de exigir una indemnización. Sin embargo, London Bagel Museum se ha negado a entregar los registros de jornada, argumentando que los datos que posee “difieren de las afirmaciones de la familia”.
Ante la presión pública, la compañía publicó un comunicado en el que ofreció disculpas a los familiares y a sus clientes. “Lamentamos profundamente el dolor y la decepción que la familia en duelo debe haber sentido debido a nuestra respuesta inadecuada. El fallecido era un empleado diligente, responsable y apasionado por su trabajo”, expresó Kang Kwang-gu, director ejecutivo de la empresa.
La compañía reconoció que durante la apertura de una nueva sucursal el equipo enfrentó una gran carga laboral temporal y que fallas técnicas en el sistema de registro de huellas dificultaron la verificación de las horas trabajadas. No obstante, admitió que sus empleados trabajaron más de lo habitual esa semana.

