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Carlos III y el papa León XIV protagonizan el primer rezo conjunto en cinco siglos

El encuentro histórico estuvo enmarcado bajo el término del “ecumenismo”. Estos son los cambios religiosos que buscan promover.

Carlos III y el papa León XIV protagonizan el primer rezo conjunto en cinco siglos

El rey británico Carlos III y el papa León XIV. EFE/ Francesco Sforza/vatican Media

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Casi cinco siglos han pasado desde la fundación de la Iglesia anglicana y este jueves un rey británico y un papa católico, rezan juntos. El papa León XIV y Carlos III, sostuvieron un encuentro para muchos histórico en el que también se conversó sobre el medio ambiente, el camino hacía una cristiandad más unidad y la Paz.

El gobernante supremo de la iglesia de Inglaterra, llegó al Vaticano por la mañana junto a la reina Camila, quien vistió un atuendo religioso negro como indica el protocolo para este encuentro. Luego de ello, se trasladaron hacía el Palacio Apostólico para mantener un encuentro con el nuevo papa, que se alargó durante 45 minutos, para posteriormente el rey, sostener una reunión con el secretario de Estado del vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

Los reyes de Reino Unido, Carlos III y Camila, y el papa León XIV. EFE/ Francesco Sforza/vatican Media
Los reyes de Reino Unido, Carlos III y Camila, y el papa León XIV. EFE/ Francesco Sforza/vatican Media

Entre los temas abordados con este último, se destaca el “compromiso común de promover la paz y la seguridad ante los desafíos globales” y la protección del medio ambiente. Pero también, “aludiendo a la historia de la Iglesia de Reino Unido, no faltó una reflexión conjunta sobre la necesidad de continuar y promover el diálogo ecuménico”. Le podría interesar: El papa León XIV declara santo a José Gregorio Hernández

Encuentro para “estrechar lazos”

La visita estuvo enmarcada bajo la palabra clave de “ecumenismo”: el movimiento que busca restaurar la unidad entre todas las iglesias cristianas, divididas por numerosos cismas y desencuentros a lo largo de sus dos milenios de historia.

Por eso, el acto más esperado de la jornada fue el rezo conjunto entre el rey inglés y el pontífice en la monumental Capilla Sixtina, algo que no había ocurrido desde que hace quinientos años Enrique VIII rompiera con Roma y surgiera la Iglesia anglicana.

La ceremonia empezó con la lectura de un texto de san Ambrosio de Milán en latín y que los monarcas siguieron con la traducción de John Henry Newman, teólogo anglicano que se convirtió al catolicismo y que el 1 de noviembre será declarado Doctor de la Iglesia.

Después, el papa estadounidense y el arzobispo de York, Stephen Cotrell, que sustituye en esta visita a la arzobispa de Canterbury, Sarah Mullally, porque asumirá el cargo en enero, presidieron el rezo a los pies del Juicio Final y el resto de frescos de Miguel Ángel.

La ceremonia fue tan especial que la gobernación del Vaticano decidió engalanar la Capilla Sixtina con dos de los frescos hechos a partir de los cartones de Rafael, el maestro del Renacimiento.

Tras la oración, el rey y el papa se trasladaron a la Sala Regia, contigua a la Sixtina, para reunirse con organizaciones climáticas y líderes del sector privado implicados en la Iniciativa de Mercados Sostenibles, que Carlos III fundó como príncipe de Gales.

Llegada de los reyes de Reino Unido, Carlos III y Camila, al Vaticano para su reunión con el papa León XIV. EFE/ Francesco Sforza/vatican Media.
Llegada de los reyes de Reino Unido, Carlos III y Camila, al Vaticano para su reunión con el papa León XIV. EFE/ Francesco Sforza/vatican Media.

Exaltación a San Pablo Extramuros

Terminada la visita al Vaticano, los monarcas asistieron, pero ahora sin la compañía del papa, a un servicio ecuménico en la basílica de San Pablo Extramuros de Roma, muy vinculada a la Corona británica hasta el punto de que en su escudo se lee el lema de la Orden de la Jarretera.

Nada más llegar, Carlos III y una Camila que había abandonado el negro vaticano por un vestido blanco, descendieron al lugar en el que se encuentra el sepulcro del apóstol San Pablo. Para después encabezar una ceremonia de importante valor simbólico, pues se remarcó la aspiración a estrechar los lazos entre estas dos ramas del cristianismo, el catolicismo y el anglicanismo.

El acto estuvo presidido por el arcipreste de esta basílica, el cardenal James Harvey, y por el abad Donato Ogliari, con la presencia del arzobispo de York, Stephen Cottrell. Lea tambén: El papa León XIV llama a eliminar la discriminación contra los migrantes

Durante su transcurso, Carlos III fue declarado ‘royal confrater’ (hermano real) y se le entregó un escaño de madera con su escudo de armas y el lema ‘Ut unum sint’, título de una encíclica de Juan Pablo III que evoca un pasaje bíblico por la unión del cristianismo. El trono quedará colocado en la basílica en recuerdo de esta visita calificada de “histórica”.

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