Un reciente estudio científico encendió las alarmas en el noroeste del Amazonas peruano: el 95% de la población indígena analizada presenta niveles preocupantes de plomo en la sangre, según una investigación liderada por las universidades Autónoma de Barcelona (UAB) y de Barcelona (UB).
Publicado en la revista Toxics, el informe no solo midió los niveles de plomo en humanos, sino también en animales silvestres y peces, revelando una contaminación generalizada en toda la cadena ecológica. Lea también: Miles podrían recibir pagos por talco vinculado al cáncer de Johnson & Johnson
Estudio alerta por altos niveles de plomo en comunidades indígenas del Amazonas peruano
Los investigadores identificaron como principales fuentes de exposición el agua del río y la munición de plomo utilizada en la caza de subsistencia, una práctica común en la región.
De acuerdo con los resultados, las concentraciones medias de plomo en sangre alcanzan los 11,74 microgramos por decilitro, más del doble del umbral considerado riesgoso por la Organización Mundial de la Salud, que establece que valores superiores a 5 microgramos ya representan un peligro para la salud humana.
La situación es especialmente crítica entre los niños: el 95,8% de los menores de 12 años y el 94,5% de los adultos superan ese límite, lo que demuestra una exposición prolongada y generalizada al metal pesado.
En cuanto a la fauna local, los análisis mostraron concentraciones de hasta 1,7 miligramos por kilo de plomo en el hígado de animales silvestres, muy por encima del límite de 0,1 mg/kg permitido para carne de consumo humano según la legislación europea.
Riesgo ambiental y sanitario
El coordinador principal del estudio, Pedro Mayor, profesor del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB, advirtió que esta amenaza no solo afecta a las comunidades humanas, sino también a la fauna y a la salud general del ecosistema amazónico.
“Este problema trasciende al Amazonas, ya que en todos los bosques tropicales del planeta la principal herramienta de caza sigue siendo la escopeta con munición de plomo”, explicó Mayor, quien enfatizó la necesidad de buscar alternativas sostenibles para reducir el impacto ambiental y sanitario de este tipo de prácticas.