La historia de Ghost, una hembra de pulpo gigante del Pacífico que atraviesa el final de su ciclo de vida en el Acuario del Pacífico de Long Beach, California, ha conmovido tanto a cuidadores como a visitantes. El animal, cercano a la muerte por inanición, pasa sus últimos días cuidando de unos huevos que nunca fueron fertilizados.
“Nos entristece profundamente la senescencia de Ghost, nuestro pulpo gigante del Pacífico. Descansa a la sombra mientras nuestro personal de cuidado animal le brinda atención y apoyo durante esta transición natural en su ciclo de vida”, señaló el acuario en un comunicado. Lea aquí: Estados Unidos le quitaría la visa si lleva estos elementos prohibidos en su equipaje
La institución explicó que todas las hembras de esta especie enfrentan el mismo proceso al poner huevos: dejan de alimentarse para centrarse únicamente en su cuidado, sin importar si son fértiles o no. Por ello, no existe forma de detener ni revertir este desenlace, incluso si se reubican los huevos.

Ghost llegó al recinto en mayo de 2024 y, con sus casi 23 kilos y una llamativa coloración, se convirtió en uno de los ejemplares más apreciados por los visitantes. En esta etapa final, los especialistas le ofrecen “mariscos de calidad”, hábitats adaptados a sus necesidades y atención veterinaria avanzada.
La mayoría de hembras de pulpo mueren pocos días después de poner sus huevos, y Ghost no es la excepción. Su inminente partida ha dejado un aire de tristeza entre los aficionados del acuario, quienes la recuerdan con cariño. Le puede interesar: Estados Unidos al borde del cierre de gobierno: esta es la razón
Una pulpo bastante querida en el acuario
Marla Husovsky, miembro del acuario, contó al Washington Post que Ghost parecía reconocer la presencia de los visitantes: extendía sus tentáculos e incluso giraba la cabeza hacia el cristal. Para la pequeña Nicole Whiting, de cinco años, verla siempre fue su parte favorita de la visita.