El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostiene en la Casa Blanca una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, con el objetivo de discutir un ambicioso plan de paz que busca detener la guerra en Gaza. El encuentro comenzó a las 10 de la mañana, hora local, y se desarrolla en medio de incertidumbre sobre la disposición real de las partes enfrentadas a aceptar una tregua.
La propuesta en debate fue elaborada por el enviado especial de Estados Unidos al Medio Oriente, Steve Witkoff, y contiene 21 puntos diseñados para detener las hostilidades, liberar rehenes y establecer un mecanismo de reconstrucción y gobernanza en la Franja. Lea: Donald Trump critica a la ONU: “No sirve para acabar con las guerras”
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que “nadie sabe negociar mejor que Trump” y subrayó que el mandatario está decidido a lograr un alto al fuego. “Es un acuerdo razonable. Ambas partes deben ceder. Quizás salgan de la mesa un poco descontentos, pero es la única forma de terminar este conflicto. El presidente Trump lo ha dejado claro: debe haber un cese al fuego y la liberación de todos los rehenes. Creemos que ambas partes van a firmar”, añadió.
Los puntos clave del plan en discusión
La propuesta incluye disposiciones inmediatas y de largo plazo. En primer lugar, contempla que Gaza se convierta en una zona libre de terrorismo, con un proceso de desradicalización y reconstrucción urbana en beneficio de sus habitantes.
Un aspecto central es la liberación de rehenes y prisioneros. Según el plan, dentro de las 72 horas siguientes a la aceptación pública del acuerdo, deberán ser entregados todos los rehenes, vivos o fallecidos. En paralelo, Israel liberaría a 250 prisioneros condenados a cadena perpetua y a 1.700 gazatíes detenidos tras el 7 de octubre de 2023, incluidos mujeres y niños.

El documento también prevé que, tras la devolución de los rehenes, los miembros de Hamás que se comprometan a la paz reciban amnistía o puedan salir de Gaza hacia países receptores. Así mismo, establece la entrada inmediata de ayuda humanitaria bajo supervisión internacional, con el objetivo de rehabilitar infraestructuras esenciales como hospitales, redes de agua y energía, además de reabrir carreteras y panaderías.
Gobernanza, seguridad y reconstrucción de Gaza
Otro de los puntos relevantes es la creación de un comité palestino de carácter tecnocrático y apolítico que asumiría la administración de Gaza bajo la supervisión de la llamada “Junta de la Paz”. Este organismo de transición estaría encabezado por Trump y contaría con líderes internacionales, incluido el ex primer ministro británico Tony Blair.
El plan también prevé una “zona económica especial” con condiciones preferenciales para atraer inversión y generar empleo. Para reforzar la seguridad, se propone la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización (FSI) temporal, en la que participen Estados Unidos y socios árabes, mientras que Israel se retiraría gradualmente de Gaza en función de los avances en la desmilitarización.

La propuesta enfatiza que Israel no ocupará ni anexionará Gaza, aunque mantendría un perímetro de seguridad hasta garantizar la estabilidad. Al mismo tiempo, Hamás y otras facciones quedarían excluidas de cualquier rol de gobierno y deberían desmantelar su infraestructura militar.
El plan contempla además un proceso de diálogo interreligioso y un horizonte político hacia la autodeterminación palestina, siempre que se cumplan las condiciones de paz y reformas en la Autoridad Palestina.
Mientras la reunión entre Trump y Netanyahu continúa, persisten dudas sobre la viabilidad de un acuerdo que exige concesiones profundas de ambas partes. La Casa Blanca, sin embargo, insiste en que este plan constituye la oportunidad más concreta de los últimos meses para detener la guerra y abrir un camino hacia la paz en Medio Oriente.