El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se dirigió este viernes a la Asamblea General de la ONU con un mensaje directo a los rehenes que siguen retenidos en la Franja de Gaza. Prometió que Israel “no descansará” hasta “traerlos de vuelta a casa”, un compromiso que hizo llegar no solo desde el podio en Nueva York, sino también a través de altavoces instalados en Gaza y mensajes enviados a teléfonos móviles del enclave palestino.
“Gran parte del mundo no recuerda el 7 de octubre, pero nosotros sí”, afirmó Netanyahu, quien portaba en su chaqueta un código QR con enlaces que explican los motivos de la ofensiva israelí. El primer ministro recordó los nombres de los rehenes, precisando que 20 de los 48 estarían con vida, y exigió a Hamás su liberación inmediata: “Si lo hacéis, viviréis. De lo contrario, Israel os perseguirá”. Lea también: Donald Trump critica a la ONU: “No sirve para acabar con las guerras”
Netanyahu promete rescatar a los rehenes en un desafiante discurso ante la ONU
Netanyahu advirtió que, si Hamás acepta las peticiones israelíes, “la guerra podría terminar ahora mismo”. También reivindicó las operaciones militares lanzadas en el último año no solo contra Hamás en Gaza, sino contra Irán y grupos aliados como Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen. “Eliminamos una amenaza existencial para Israel y una amenaza mortal para el mundo civilizado”, dijo, agradeciendo las “acciones decisivas” del expresidente estadounidense Donald Trump en los bombardeos contra instalaciones nucleares iraníes.
El mandatario israelí aseguró que, aunque muchos líderes critican públicamente estas acciones, en privado reconocen su importancia. Mencionó al canciller alemán Friedrich Merz, quien en junio afirmó que Israel estaba “haciendo el trabajo sucio” de la comunidad internacional. “Trump lo entiende mejor que ningún otro líder”, agregó.
Rechazo a un Estado palestino y a las acusaciones de genocidio
Netanyahu criticó a gobiernos como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá por reconocer recientemente el Estado palestino, calificando esos gestos como “una recompensa a los mayores antisemitas de la Tierra”. Negó las acusaciones de genocidio contra Israel y defendió que cualquier víctima civil es una “tragedia”, mientras que Hamás, a su juicio, usa a la población de Gaza como “escudo humano”.

El primer ministro sostuvo que “casi el 90 % de los palestinos” apoyaron los atentados del 7 de octubre y cerró la puerta a la solución de dos Estados: “No quieren un país junto a Israel, sino en lugar de Israel”, afirmó. Comparó esa posibilidad con “dar a Al Qaeda un Estado a una milla de Nueva York después del 11-S”.
Netanyahu concluyó que Israel “no se suicidará” para satisfacer presiones internacionales: “Esta política no es solo del Gobierno, sino de la mayoría del pueblo israelí”.
Mientras tanto, cientos de personas se manifestaron en Nueva York en apoyo a la causa palestina, mientras el Gobierno israelí desplegó carteles en distintos puntos de la ciudad, incluida Times Square, para recordar los atentados del 7 de octubre.