La ciudad de Auckland fue escenario de un macabro hallazgo en agosto de 2022: dos cuerpos infantiles en maletas adquiridas en una subasta.
Se trata de Hakyung Lee, una mujer de 45 años de origen surcoreano y nacionalidad neozelandesa, que fue culpada por el asesinato de sus dos hijos, cuyos cuerpos aparecieron en 2022 en unas maletas tras mantenerlos ocultos durante años.
Los pequeños se llamaban Minu Jo y Yuna Jo, de 6 y 8 años respectivamente, y les habría quitado la vida en julio de 2018.
Así fue el juicio contra Hakyung Lee
Lee fue declarada culpable de asesinato el martes 23 de septiembre por el jurado del Tribunal Superior de Auckland, conformado por seis hombres y seis mujeres.
Fuente citadas por Efe señalaron que el veredicto llegó tras dos semanas de juicio y tres horas de deliberación. Además, se conoció que la mujer, quien se representó a sí misma y siguió las audiencias desde otra sala con intérprete, alegó que estaba “profundamente perturbada”, ya que sufrió un grave trastorno mental a causa de la muerte de su esposo en 2017.
La Fiscalía argumentó por su parte que la mujer de 45 años actuó con plena conciencia, pues se trasladó a Corea del Sur tras ocultar los cuerpos y cambiar de identidad. Esto puso en evidencia la planificación y frialdad con la que cometió el crimen.
¿Cuál será la condena de Hakyung Lee por matar a sus dos hijos?
Hakyung Lee permanecerá bajo custodia hasta el próximo 26 de noviembre, fecha en la que se conocerá su sentencia. Así lo ordenó el juez Geoffrey John Venning luego de confirmar el veredicto.
Cabe mencionar que la mujer había amenazado con suicidarse y llevarse a los niños, según los documentos judiciales, antes de la muerte de su esposo.
Tras cometer el crimen, Lee logró salir de Nueva Zelanda sin registro oficial y vivió en varias ciudades de Corea del Sur, hasta que se estableció en Ulsan en 2022.
La causa exacta de la muerte de los menores aún no ha sido confirmada por las autoridades y se investiga si fue provocada por medicamentos que la mujer consumía para dormir y que no eran aptos para niños.