El diseñador y figura indiscutible del mundo de la moda, Giorgio Armani, conocido como el ‘rey’ de la moda en el país de la bota, falleció este jueves a los 91 años en Milán, acompañado de su familia y de Leo Dell’Orco, su compañero durante los últimos 20 años, informó su grupo empresarial.
La casa de moda, a través de un comunicado detalló que: “Con infinito pesar, el grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable motor: Giorgio Armani. El señor Armani, como siempre le han llamado con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció tranquilamente, rodeado de sus seres queridos”.
“Incansable, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los diversos y siempre nuevos proyectos en curso y en desarrollo”, agregó su grupo empresarial.

Hace unas semanas, poco antes de cumplir 91 años, una infección pulmonar lo obligó a hospitalizarse y a convalecer en su casa de la Via Borgonuovo de Milán, lo que le obligó perderse el desfile masculino de alta costura en junio, algo muy poco frecuente en este incansable trabajador que nunca dejó los talleres.
“El re Giorgio” fue una leyenda absoluta de la moda, un ícono universal del estilo contemporáneo, puso a la mujer y su libertad en el centro e inventó estilos, siempre caracterizados por su eterna elegancia. Lea: Tom Holland reveló que tiene TDAH y dislexia: “Puede ser intimidante”
La construcción de empresa de Giorgio Armani
Al momento de su muerte, Armani había armado un imperio valuado en más de 10 mil millones de dólares, que además de ropa incluía accesorios, artículos para el hogar, perfumes, cosméticos, libros, flores e incluso chocolates, lo que lo situaba entre los 200 multimillonarios más importantes del mundo, según Forbes.
El diseñador también era propietario de varios bares, clubes, restaurantes y de su propio equipo de baloncesto, el EA7 Emporio Armani Milán, más conocido como Olympia Milán. Armani abrió más de 20 restaurantes desde Milán hasta Tokio desde 1998, y dos hoteles: uno en Dubái en 2009 y otro en Milán en 2010.
La historia de Giorgio Armani
Nacido el 11 de julio de 1934 en Piacenza, una pequeña ciudad al sur de Milán, Armani soñaba con ser médico antes de que un trabajo a tiempo parcial como decorador de escaparates en unos grandes almacenes de Milán le abriera los ojos al mundo de la moda.
En 1975, Armani y su socio Sergio Galeotti vendieron su Volkswagen por 10.000 dólares para fundar su propia marca de prêt-à-porter masculino. Un año después, lanzaron su línea de ropa femenina.
El símbolo de su nuevo estilo fue la chaqueta deportiva sin forro, lanzada a finales de los 70 y que se convirtió en un éxito instantáneo, desde Hollywood hasta Wall Street. El diseñador combinó la chaqueta con una sencilla camiseta, una prenda que él denominó “el alfa y el omega del alfabeto de la moda”. Le puede interesar: Cazzu reveló que Nodal le prohíbe viajar con su hija: “El mundo es devastador”
El traje Armani pronto se convirtió en un imprescindible en el armario del hombre adinerado. Y para las mujeres, la introducción del traje pantalón en los despachos ejecutivos fue prácticamente revolucionaria. Conocido como el “traje de poder”, con su chaqueta con hombreras y pantalones a medida, se convirtió en el sello distintivo de la clase ascendente de mujeres de negocios en la década de 1980.
Con el paso de los años, Armani suavizaría su estilo con detalles delicados, telas lujosas y tonos más brillantes para su paleta básica de beige y gris. Su insistencia en pantalones y chaquetas llevó a algunos críticos a etiquetar su moda como “andrógina”.
El clásico cinematográfico de 1980, “American Gigolo”, catapultó tanto a Armani como al actor Richard Gere a la fama en Hollywood. Vestido de Armani, Gere se convirtió en el nuevo galán favorito de Estados Unidos, y “Geeorgeeo”, como lo llamaban, en el diseñador más popular del mundo del glamour.
Su conexión con Hollywood le valió créditos como actor de vestuario en más de 200 películas y, en 2003, un lugar en el “Paseo de la Fama” de Rodeo Drive.
La noche de los Oscar siempre brilló, con elegantes trajes para los hombres y resplandecientes vestidos para las mujeres. Sean Penn, ganador del Oscar a mejor actor en 2009, recogió su estatuilla con un conjunto negro sobre negro de Armani, mientras que la nominada a mejor actriz, Anne Hathaway, desfiló por la alfombra roja con un brillante vestido de noche blanco sin tirantes de la última colección de alta costura Privé de Armani.
Otros seguidores fieles de la marca fueron Jodie Foster, George Clooney, Sofia Loren y Brad Pitt. David y Victoria Beckham fueron la imagen de su campaña publicitaria de ropa interior de 2009.