Un devastador deslizamiento de tierra dejó en ruinas la aldea de Tarsin, en el oeste de Sudán, y provocó la muerte de al menos mil personas, de acuerdo con el Movimiento Ejército de Liberación de Sudán (MELS). El hecho ocurrió el pasado domingo tras intensas lluvias que azotaron la región montañosa de Jebel Marra, en el distrito de Amo.
En un comunicado difundido este lunes, el grupo liderado por Abdelwahid Mohamed Nour expresó: “Seguimos con profunda tristeza y preocupación los trágicos sucesos que afectaron a los residentes de la aldea de Tarsin, a causa de los masivos y devastadores deslizamientos de tierra que azotaron la aldea, ubicada en medio de Jebel Marra, en el distrito de Amo”. Lea: Afganistán: terremoto deja 800 fallecidos y más de 2.500 heridos
De acuerdo con la información preliminar, los habitantes de la comunidad, entre ellos “hombres, mujeres y niños”, perecieron bajo toneladas de lodo y piedras, y solo una persona logró sobrevivir a la tragedia.
Aldea arrasada y llamado a la comunidad internacional
El MELS informó que la localidad quedó “completamente arrasada”, lo que llevó al grupo a solicitar apoyo a Naciones Unidas para coordinar labores de recuperación de cuerpos y despeje de los escombros.

La catástrofe se produce en un contexto especialmente complejo para Sudán, país que atraviesa una guerra interna entre el ejército nacional y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), con fuertes combates en el estado de Darfur del Norte. Esta confrontación ha obligado a miles de personas a desplazarse hacia zonas montañosas como Jebel Marra en busca de seguridad, incrementando la vulnerabilidad de las comunidades frente a fenómenos naturales.
El Movimiento Ejército de Liberación, que mantiene control en esa región montañosa, ha permanecido al margen del conflicto directo entre las FAR y las fuerzas armadas del Estado. Sin embargo, el desastre ocurrido en Tarsin expone el alto costo humano que sufren las poblaciones civiles en medio de la crisis política, militar y humanitaria que afecta al país africano.