El primer ministro de Curazao, Gilmar Pisas, confirmó este jueves la llegada de tres destructores de la Marina de Estados Unidos al puerto de la isla caribeña, como parte de un despliegue naval en el sur del Caribe que Washington enmarca en operaciones contra el narcotráfico y el terrorismo.
Las embarcaciones que arribaron son el USS Gravity, USS Jason Dunham y USS Sampson, que se suman a una fuerza naval más amplia integrada por al menos siete buques y un submarino desplegados por la administración de Donald Trump en las cercanías de Venezuela.
Pisas explicó que el 15 de agosto su gobierno ya había recibido notificación sobre el estacionamiento de unidades militares estadounidenses en aguas de la región, aunque sin un calendario claro de arribos. Ante la presencia de la flota, hizo un llamado a la población a mantener la calma y evitar viajes hacia Venezuela hasta nuevo aviso. Lea: Venezuela anunció despliegue de drones y buques en el Caribe

El jefe de gobierno subrayó que estas operaciones no son nuevas: desde hace más de una década, fuerzas de Estados Unidos, Francia y Países Bajos realizan patrullajes coordinados contra el crimen organizado en el Caribe. Sin embargo, reconoció que la actual concentración militar es una medida preventiva en un contexto de creciente presión internacional sobre Caracas.
“Hasta ahora no existen indicios de enfrentamientos directos en la región”, aseguró Pisas, al tiempo que recalcó que el Servicio de Seguridad Nacional mantiene comunicación constante con los socios internacionales.
Curazao, isla autónoma del Reino de los Países Bajos y situada a tan solo 65 kilómetros de la península de Paraguaná (Venezuela), ha sido históricamente un punto estratégico de intercambio comercial, cultural y migratorio entre ambas orillas del Caribe.
Gobierno de Venezuela pide apoyo de la ONU ante “amenazas” de Estados Unidos
El Gobierno de Venezuela pidió este martes el apoyo del secretario general de la ONU, António Guterres, ante “las amenazas” de Estados Unidos, y expresó su preocupación por “el despliegue de unidades militares e incluso armas nucleares” del país norteamericano en el Caribe.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro espera recibir el apoyo de Guterres para “restablecer la sensatez” en la región latinoamericana y caribeña, que enfrenta, según Caracas, unas “amenazas” por parte de Washington, pese a que se trata de una “zona de paz” declarada como tal en 2014, señaló el canciller venezolano, Yván Gil.
El ministro de Exteriores expresó estas preocupaciones durante una reunión con el coordinador residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla, celebrada una semana después de que EE.UU. advirtiera que está preparado para “usar todo su poder” para frenar el “flujo de drogas hacia su país”, lo que incluiría el envío de buques y soldados a aguas del mar Caribe cercanas a la nación suramericana.

