La ciudad de Gaza y sus alrededores atraviesan una crisis alimentaria sin precedentes, tras la declaración oficial de hambruna emitida por la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) respaldada por Naciones Unidas.
El anuncio, hecho público este viernes, confirma que la región central y norte de la Franja de Gaza se encuentra en la fase 5 de la clasificación, un nivel que refleja escasez extrema de alimentos y agua, desplazamiento masivo de población y altas tasas de mortalidad.
La Comisión de Revisión de la Hambruna indicó que los criterios establecidos para esta calificación se cumplen plenamente, subrayando que se trata de una hambruna “creada por el hombre” y que, como tal, “puede ser revertida”. Lea: Alarma en Gaza: 21 niños habrían muerto por desnutrición, según hospital local
La ONU insistió en la urgencia de implementar medidas inmediatas a gran escala, advirtiendo que cualquier retraso en la entrega de asistencia humanitaria “solo provocará un incremento inaceptable de la mortalidad por causas relacionadas con la hambruna”.

Impacto de la hambruna en Gaza y proyecciones futuras
El informe señala que los niveles de inseguridad alimentaria podrían intensificarse en otras zonas del enclave palestino, incluyendo Deir al Balá y Jan Yunis, a medida que continúa la ofensiva israelí. Hasta la fecha, los enfrentamientos han dejado casi 62.200 muertos en menos de dos años, lo que agrava la situación humanitaria y eleva el riesgo de consecuencias catastróficas en la población más vulnerable.
Los datos de la ONU muestran que más del 20% de los hogares gazatíes carecen de acceso a alimentos básicos, mientras que más del 30% de los niños menores de cinco años presentan desnutrición aguda. En este contexto, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, enfatizó la gravedad de la situación: “La hambruna no es solo una cuestión alimentaria sino un colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana”.

Guterres describió la crisis como un “infierno” para la población palestina y la calificó como un “fracaso para toda la humanidad”. El líder de la ONU responsabilizó directamente a Israel, como potencia ocupante, por cumplir sus obligaciones bajo el Derecho Internacional, incluyendo la distribución de alimentos y medicamentos a la población local: “La gente se está muriendo de hambre. Los niños están muriendo, y todos aquellos que tienen el deber de actuar están fallando. No podemos dejar que esto siga así”.
La organización internacional instó a poner fin a las excusas y a adoptar medidas inmediatas: “Es momento de actuar; ahora. Necesitamos un alto el fuego inmediato, que se libere a los rehenes y que se permita la entrada sin trabas a la ayuda humanitaria”, concluyó Guterres, advirtiendo que cualquier retraso agravará la crisis y multiplicará las pérdidas humanas.