La Fiscalía General del Estado de Ecuador anunció este domingo el inicio de una investigación previa en contra de un sacerdote identificado como Diego S., tras la difusión en redes sociales de un video que generó indignación en la comunidad de Olón, en la provincia de Santa Elena.
En la grabación, ciudadanos confrontan al clérigo, quien aparece dentro de una vivienda junto a un adolescente. Ambos se encontraban en ropa interior, según se observa en las imágenes que circularon ampliamente en plataformas digitales.
En el video, el sacerdote responde a los reclamos asegurando: “Quieren seguir lanzando la piedra, lancen la piedra, yo no tengo ningún problema y en mi conciencia yo no he hecho nada. Ellos vienen, yo no voy a negar, son amigos, son acólitos, vienen, aquí todos son libres, yo no les tengo aquí retenidos a nadie, si quieren pregúnteles a cada uno”. Lea: Sacerdote acusado de abuso en Santander: más víctimas surgen tras juicio
Durante sus palabras, se aprecia la presencia de un joven con un control de videojuegos en la mano. De inmediato, una mujer replica: “pero son menores de edad”, mientras otra persona cuestiona: “¿y qué hacen en boxer (ropa interior) en su cuarto?“.
Comisión de la Niñez pide medidas de protección
El caso generó reacción inmediata en la Asamblea Nacional. La Comisión de la Niñez y Adolescencia expresó su preocupación y exigió la activación de medidas urgentes para resguardar a los adolescentes presuntamente involucrados.
“Recordamos que ninguna investidura religiosa, política o social otorga impunidad frente a delitos contra la niñez”, indicó la Comisión en un comunicado oficial. Su presidenta, Viviana Veloz, recalcó que “lo ocurrido en Olón (...) no puede pasar desapercibido ni quedar impune”.
La mesa legislativa informó que el caso será integrado al proceso de fiscalización sobre violencia sexual institucional y clerical que adelanta desde hace un mes.
Policía levantó parte informativo
Ante la polémica, el sacerdote ofreció declaraciones en una rueda de prensa acompañado por dos mujeres, quienes serían familiares de algunos de los menores. Allí relató que tras una denuncia ciudadana la Policía acudió a su domicilio y procedió a interrogarlo junto a los jóvenes.
Según su versión, las autoridades llamaron a los padres de los involucrados y levantaron un parte informativo, pero “no encontraron nada”. En sus palabras, “la Policía levantó un parte, pero no hay ninguna acusación seria para la Fiscalía. De todas maneras, estoy abierto a cualquier acción que tome la justicia y la Iglesia”.
El clérigo aseguró que se encontraba en su casa con tres jóvenes, dos de ellos hermanos, quienes lo acompañaban habitualmente. Insistió en que “no había nada, todo es falso”, y agregó que una vecina habría ingresado de manera violenta a su vivienda, lo empujó y gritó a los menores.
Finalmente, expresó que “me apena muchísimo lo que está sufriendo la Iglesia, porque es un ataque plenamente contra la Iglesia”.