La ONU lanzó una severa advertencia sobre el retroceso que podría enfrentar el mundo en la lucha contra el VIH, luego de que Estados Unidos redujera de forma abrupta su apoyo financiero a programas internacionales clave, entre ellos el Pepfar, considerado el mayor plan humanitario global contra el sida.
De acuerdo con un nuevo informe presentado por Onusida en Johannesburgo, la falta de financiación internacional podría provocar un repunte alarmante de la pandemia. “Estamos orgullosos de los logros, pero nos preocupa que esta repentina interrupción revierta los avances que hemos conseguido”, afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva del organismo, en declaraciones a AFP. Lea: VIH en Cartagena: atención gratis contra esta enfermedad
La suspensión del Pepfar pondría en riesgo a millones de personas
La agencia estima que, si se mantiene la suspensión del programa estadounidense, se podrían registrar más de seis millones de nuevas infecciones por VIH y 4,2 millones de muertes adicionales en los próximos cuatro años.
“No se trata solo de un déficit de financiación, sino de una bomba de relojería”, advirtió Byanyima en un comunicado oficial. Según cifras del informe, en 2024 cerca de 31,6 millones de personas recibieron tratamiento con antirretrovirales, lo que contribuyó a reducir a la mitad las muertes por enfermedades asociadas al sida desde 2010.
Sin embargo, el impacto de los recortes ya es tangible en países con alta incidencia. En Nigeria, por ejemplo, el número de personas que acceden a medicamentos de profilaxis previa a la exposición (PrEP) se desplomó más del 85% en los primeros meses de 2025.

El retroceso también afecta gravemente a las organizaciones comunitarias. Más del 60% de las lideradas por mujeres se han quedado sin apoyo financiero o han tenido que cerrar sus servicios, de acuerdo con Onusida.
“Esa gran historia ha sido interrumpida tajantemente” por una decisión “sin precedentes” y “cruel” del presidente Donald Trump, sentenció Byanyima, al subrayar que retirar una ayuda que “salva vidas” no debería hacerse “así nomás”.
La investigación médica en países como Sudáfrica, líder en estudios clínicos sobre VIH, también ha sido golpeada por el corte de recursos. Solo 25 de los 60 países de ingresos bajos y medios encuestados por la ONU han conseguido cubrir parte del déficit con fondos propios.
“No hay duda de que la inversión mereció la pena, y sigue mereciéndola. Salva vidas”, concluyó Byanyima, quien también hizo un llamado a reformar las instituciones financieras internacionales para que los países más vulnerables puedan sostener sus propias respuestas ante la epidemia.