Donald Trump, presidente de Estados Unidos, nuevamente se refirió desde la Casa Blanca sobre el tema de la guerra en Franja de Gaza en Oriente Medio.
El mandatario estadounidense consideró que la próxima semana existe la posibilidad de conseguir un alto el fuego en la Franja de Gaza.
“Acabo de hablar con algunas de las personas involucradas. La situación que se está dando en Gaza es terrible. Creemos que en la próxima semana lograremos un alto el fuego”, expresó Trump durante un acto pensado para celebrar la firma en Washington del acuerdo de paz entre Ruanda y la República Democrática del Congo.
El líder republicano consideró que se está “cerca” de llegar a ese cese de las hostilidades.
“Estamos trabajando en Gaza y tratando de solucionarlo. Nosotros estamos suministrando mucho dinero y muchos alimentos a esa zona porque tenemos que hacerlo”, recalcó.
Trump añadió que aunque “en teoría” su país no está involucrado, en la práctica sí lo está “porque la gente se está muriendo”.

“Miren a las multitudes que no tienen comida ni nada. Nosotros somos los que llegamos”, añadió el mandatario estadounidense. Asimismo, reprochó a la vez que otros países que no están ayudando.
Su declaración se produce el mismo día en que el periódico Haaretz documentara cómo soldados israelíes tienen luz verde para disparar a gazatíes desarmados cerca de los puntos de reparto de ayuda, algo que el Estado de Israel rechazó “enérgicamente”, según un comunicado conjunto del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y de su ministro de Defensa, Israel Katz.
Trump celebró acuerdo de paz entre Ruanda y República Democrática del Congo
Trump calificó este viernes de histórico el acuerdo de paz recién sellado entre Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC), bautizado como Acuerdo de Washington y que pone fin a tres décadas de conflicto.
“Estamos aquí hoy para celebrar un triunfo glorioso. Eso es lo que es para la causa de la paz. Ha habido una larga espera para la firma del histórico acuerdo de paz”, dijo el líder republicano en la Casa Blanca junto a los titulares de Exteriores de ambos países, el ruandés Olivier Nduhungirehe y la congoleña Thérèse Kayikwamba Wagner.
La firma de dicho pacto se había producido horas antes en el Departamento de Estado estadounidense en presencia del secretario de Estado, Marco Rubio, que también estuvo presente en la sede de la Presidencia.
El acuerdo incluye disposiciones sobre el respeto a la integridad territorial y la prohibición de hostilidades; la separación, el desarme y la integración condicional de grupos armados no estatales; el establecimiento de un Mecanismo Conjunto de Coordinación de la Seguridad; el acceso humanitario y la facilitación del retorno de refugiados y desplazados internos, y un marco de integración económica regional.
“Necesitamos que Estados Unidos se asegure de que este acuerdo se mantenga y de que nos exija responsabilidades. Si se mantiene firme, hay muchas perspectivas de que podemos transformar nuestras alianzas y que pueden marcar el comienzo de una era de prosperidad, crecimiento y relaciones bilaterales compartidas que trasciendan los desafíos que compartimos”, sostuvo la ministra congoleña.
Poco antes, en otra conferencia de prensa, Trump había avanzado que con dicho pacto Estados Unidos conseguirá “muchos de los derechos de los minerales del Congo”, algo necesario para su industria tecnológica.