Las autoridades rusas detuvieron a un ciudadano bielorruso de 31 años en el aeropuerto internacional Sheremetyevo, en Moscú, tras protagonizar un brutal ataque contra un niño de dos años en la zona de recogida de equipaje. El hecho ocurrió el lunes y ha generado conmoción tanto en Rusia como en el extranjero.
De acuerdo con información oficial, el agresor se acercó de forma repentina a una familia de origen afgano, tomó al menor en brazos y lo lanzó con violencia contra el suelo, sin mediar palabra ni razón aparente. “El agresor se acercó repentinamente al grupo familiar sin razón aparente, tomó al niño en brazos y lo estrelló con fuerza contra el suelo”, reportó la agencia estatal RIA Novosti. Lea: Noche de terror: fiesta terminó en tiroteo y dejó 11 muertos
Los gritos de los testigos alertaron al personal de seguridad del aeropuerto, quienes intervinieron de inmediato y lograron detener al atacante en el lugar. Posteriormente, fue trasladado a una estación policial para su judicialización.
Niño sufrió fractura de cráneo y columna cervical
La víctima fue trasladada de urgencia al Centro Científico Pediátrico de Emergencias de Moscú, donde permanece internado bajo vigilancia médica intensiva. Según el parte emitido por el centro hospitalario, el niño fue diagnosticado con una fractura de cráneo y otra en la columna cervical. Se encuentra sedado, con soporte respiratorio y en estado grave.
El director del centro, el doctor Leonid Roshal, encabeza el equipo que atiende al menor.
Las autoridades rusas identificaron al atacante como Vladimir Vitkov. Tras su arresto, se le practicó un examen toxicológico que confirmó la presencia de cannabinoides en su organismo. Por este motivo, las autoridades presumen que actuaba bajo los efectos de estupefacientes.
El Comité de Investigación de Rusia anunció la apertura de un proceso penal por el delito de “intento de asesinato de un menor”, una conducta que en ese país puede acarrear penas de entre 15 y 20 años de prisión. El caso ha sido ampliamente difundido en redes sociales, donde la indignación por la violencia ejercida contra el menor ha sido contundente.