Una confusión desató momentos de tensión entre los visitantes del Parque Tangamanga I, en San Luis Potosí, México, luego de que se reportara la presencia de una presunta pantera negra recorriendo libremente una de las zonas verdes del lugar. El hecho ocurrió a inicios de junio y generó una rápida movilización de autoridades ambientales y guardabosques del parque.
Ante el temor de que un felino salvaje estuviera merodeando por el área sin ningún tipo de resguardo, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) acudió al sitio para verificar el reporte. Sin embargo, la alarma se disipó rápidamente cuando se confirmó que el supuesto animal salvaje era, en realidad, un gato doméstico de gran tamaño. Lea: En video: mujer pide ayuda desde un carro en movimiento
Confirman que el “felino salvaje” era un gato doméstico
“Ante el reporte de un supuesto avistamiento de un puma o pantera en el Parque Tangamanga I, informamos que personal de PROFEPA acudió a realizar una revisión y constató que ninguno de los ejemplares bajo resguardo en la UMA está fuera de su espacio. Asimismo, se confirmó que el animal observado fue un gato doméstico, sin representar ningún riesgo para los visitantes”, señalaron las autoridades en un comunicado difundido el 12 de junio.
El animal, que aparentemente frecuenta el parque con regularidad, ya era conocido por algunos trabajadores del lugar. No obstante, su apariencia imponente, sumada a la distancia desde la cual fue observado, habría generado la confusión entre quienes reportaron la presencia de un felino de gran tamaño.
El incidente provocó un llamado por parte de las autoridades para actuar con prudencia ante situaciones similares y evitar la propagación de versiones sin fundamento. En ese sentido, recalcaron la importancia de verificar la información antes de difundirla, con el fin de no generar pánico innecesario entre la ciudadanía.
El Parque Tangamanga I es uno de los espacios recreativos más importantes del estado de San Luis Potosí, conocido por su extensión y variedad de ecosistemas. Aunque el hecho no pasó a mayores, el episodio dejó en evidencia el poder de la desinformación y la rapidez con la que un malentendido puede escalar.