Dos busques petroleros colisionaron e incendiaron este martes 24 millas náuticas frente a la costa oriental de los Emiratos Árabes Unidos, cerca del estratégico estrecho de Ormuz, en un contexto de creciente tensión por el conflicto armado entre Irán e Israel. Aunque no se reportaron heridos ni derrames de combustible, el incidente refleja el impacto directo de las interferencias electrónicas que afectan la navegación marítima en la zona.
Conflicto Israel-Irán afecta comercio: choque de petroleros en Ormuz
Desde el inicio del intercambio de misiles entre Irán e Israel el pasado viernes, se han incrementado las interferencias en los sistemas de navegación, afectando la seguridad en una de las rutas más sensibles del comercio energético global. El estrecho de Ormuz, que conecta el Golfo Pérsico con el mar de Omán, es clave para el transporte de cerca del 20 % del petróleo mundial.
El centro de información de la Fuerza Marítima Combinada (JMIC), liderado por Estados Unidos, confirmó esta semana que ha recibido múltiples reportes sobre perturbaciones electrónicas provenientes del puerto iraní de Bandar Abbas y otras zonas del Golfo.
De acuerdo con Reuters, la Guardia Costera de los Emiratos evacuó a 24 tripulantes del buque Adalynn, que navegaba sin carga hacia el canal de Suez. El otro buque implicado, el Front Eagle, transportaba dos millones de barriles de crudo iraquí rumbo a Zhoushan, China.
Según el monitoreo de TankerTrackers.com, el Front Eagle viajaba hacia el sur a 13,1 nudos cuando realizó un viraje brusco a estribor, colisionando contra el costado trasero del Adalynn, que avanzaba a 4,8 nudos hacia el sureste. A pesar del incendio registrado en la cubierta del Front Eagle, no se reportó contaminación ambiental y toda su tripulación resultó ilesa, según informó Frontline, su empresa propietaria con sede en Oslo.
El estrecho de Ormuz es una vía marítima vital. Según datos de Vortexa, entre principios de 2022 y abril de 2025, circularon diariamente entre 17,8 y 20,8 millones de barriles de petróleo, condensado y derivados a través de esta ruta.
La reciente escalada en la región ha revivido las amenazas de Irán de cerrar el estrecho como represalia ante la presión de potencias occidentales, una medida que pondría en riesgo el comercio energético global. Aunque Teherán no ha comentado sobre la colisión ni sobre las denuncias de interferencias electrónicas, el suceso refuerza los temores de una crisis mayor en el transporte marítimo internacional.
Ni el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos ni la terminal portuaria de Khor Fakkan han emitido declaraciones al respecto hasta el momento.