Una condena de 325 años de cárcel exigen las autoridades de España para un hombre, originario de Argentina, que ha sido acusado de numerosos delitos, entre ellos: pornografía infantil y contra la libertad sexual de menores de 13 años, a quienes contactaba a través de un videojuego.
Este lunes, 16 de junio, comenzó el juicio a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Madrid. Allí, el Ministerio Público exigió 325 años de cárcel para el sujeto, pues habría cometido un delito de agresión sexual, 14 abusos sexuales y 25 de pornografía infantil. Lea aquí: Bebé fallece por error médico: le aplicaron 10 dosis de fármaco
Este hombre también ha sido señalado por 13 casos de un delito que se castiga en España por el uso de nuevas tecnologías para contactar menores de 16 años para perpetrar agresiones sexuales o conseguir pornografía.
De acuerdo con información de la agencia Efe, este caso se lleva de forma privada, a petición de todas las partes, para preservar la intimidad del proceso.
El acusado rechazó, antes del juicio, un acuerdo en el que la Fiscalía le ofrecía 20 años de prisión y la posibilidad de ser expulsado a su país de origen, Argentina, informaron fuentes jurídicas al término de la vista.
El procesado hablará en el último día del juicio, previsto para este viernes, según las fuentes. Le puede interesar: Estados Unidos: fallece manifestante baleado en protesta anti-Trump
Así era como el hombre atrapaba a los niños
Este sujeto fue arrestado en 2021 y, desde entonces, se encuentra en prisión provisional luego de que las autoridades confirmaran que se contactó, a través de un videojuego, con al menos 26 niños y, tras ganarse su confianza, hacía videollamadas con ellos y les pedía que le mostraran sus partes íntimas.
Fue gracias a la denuncia de los padres de el niño, de 9 años, que inició la investigación, ya que sospechaban que su hijo mantenía contacto con un adulto a través de un videojuego en línea.
Por otra parte, fuentes jurídicas detallaron que este hombre perpetró al menos una agresión sexual a un niño, al que conoció y engañó en una playa nudista.
Tras confirmar ese contacto, la Guardia Civil española corroboró que A.M.V. acumulaba, tanto en dispositivos móviles como en la nube, más de 2.000 archivos de pornografía infantil.
Además se constató que había efectuado hasta 82 pagos a cuentas de usuarios de videojuegos pertenecientes a menores, que se corresponderían con los regalos con los que les inducía a hacer las videollamadas de las que obtenía los archivos de pedofilia.
Las fuentes jurídicas destacaron que el acusado contaba con antecedentes penales por agresión sexual fuera de España, aunque no computables bajo el sistema penal español.