La velocidad a la que avanza la inteligencia artificial (IA) está rompiendo todos los esquemas. Mientras a una persona le puede tomar años dominar una habilidad, un modelo de IA es capaz de hacerlo en cuestión de días, incluso en horas. No se cansa, no pierde el foco y no olvida.
Estas características la han posicionado como una herramienta crucial en múltiples sectores, generando una transformación irreversible en el mercado laboral global. Lea: Kit de IA para sobrevivir a la vida universitaria
Investigadores de compañías como Google DeepMind y OpenAI han revelado que los sistemas más sofisticados ya superan el rendimiento humano en áreas como matemáticas, comprensión de lectura y análisis de datos complejos. Javier Mata, CEO de Yalo, lo resume con una metáfora contundente: “Los modelos están avanzando a tal velocidad que uno ya se ‘graduó del colegio’ este año, y el próximo estará saliendo de la universidad”.
Equipos híbridos: una nueva estructura empresarial
Con esta evolución, las empresas están ajustando sus estructuras internas para incluir lo que se conoce como “equipos híbridos”, en los que humanos e inteligencias artificiales trabajan juntos. Esta sinergia permite mejorar procesos, ahorrar tiempo y elevar la eficiencia sin que necesariamente desaparezcan los empleos humanos.
Por el contrario, habilidades como la creatividad, la ética profesional o la capacidad de tomar decisiones estratégicas adquieren un nuevo valor, difícilmente replicable por una máquina.
Actualmente, una persona puede procesar hasta 2GB de información de forma activa. Un sistema de IA, en contraste, puede manejar terabytes con una estabilidad que el cerebro humano no puede alcanzar. Este diferencial ha sido clave para que empresas como Yalo apuesten por integrar inteligencias artificiales en sus operaciones cotidianas.
Un impacto directo en la productividad
De acuerdo con datos de McKinsey, cerca del 70 % de las tareas cognitivas que hoy desempeñan los trabajadores podrían ser automatizadas mediante IA generativa. Esto incluye actividades rutinarias, análisis de datos, redacción de informes, atención al cliente y más.
En vez de representar una amenaza, este tipo de herramientas se presentan como un aliado que libera a los profesionales de procesos repetitivos, permitiéndoles enfocarse en lo estratégico.
Las cifras lo respaldan: el mercado de la inteligencia artificial superó los 184.000 millones de dólares en 2024 y se estima que llegará a los 826.000 millones en 2030, según la firma Statista. La tendencia es clara: la IA no es una moda pasajera, sino un fenómeno estructural.
Prepararse para la convivencia laboral con la IA
La integración de sistemas inteligentes en el entorno de trabajo ya es una realidad en múltiples sectores. Desde asistentes virtuales hasta plataformas de análisis predictivo, la tecnología se está incorporando a tareas tanto operativas como estratégicas.
Frente a este panorama, la capacitación y la adaptación se convierten en elementos clave. Los expertos recomiendan:
- Aprender a usar herramientas de IA como ChatGPT, Copilot o DALL·E.
- Fortalecer la capacidad de interpretar y trabajar con datos.
- Enfocarse en habilidades blandas como el liderazgo, la adaptabilidad y el trabajo colaborativo.
- Participar activamente en procesos de formación continua en tecnología y automatización.
La inteligencia artificial ya no es una promesa del futuro, es parte del presente. La pregunta ya no es si reemplazará al ser humano, sino cómo trabajar con ella para potenciar las capacidades humanas.