Aunque la aviación comercial mantiene su estatus como uno de los medios de transporte más seguros del mundo, la idea de volar todavía genera ansiedad en muchos pasajeros.
Estar suspendidos a más de 10 mil metros de altura, rodeados únicamente por aire, produce una sensación de vulnerabilidad que no desaparece con facilidad, especialmente cuando los medios informan sobre algún accidente aéreo. Esta inquietud ha llevado a muchos viajeros a preguntarse si existe un lugar más seguro dentro de la cabina del avión. Lea: Video: El impactante accidente de un avión con más de 240 personas a bordo
La respuesta oficial de las autoridades aeronáuticas es clara: no hay un asiento específico que garantice mayor supervivencia, ya que cada accidente tiene características únicas. Sin embargo, varios estudios y análisis de datos estadísticos sí han identificado ciertos patrones de supervivencia asociados con la ubicación del pasajero.
¿Es más seguro sentarse en la parte trasera del avión?
Uno de los análisis más citados es el realizado en 2015 por la revista Time, basado en datos de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos. Según ese informe, los pasajeros ubicados en el tercio trasero del avión presentaban tasas de mortalidad más bajas en comparación con quienes viajaban en las secciones delantera o central.
Estos hallazgos coinciden con una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), que examinó 20 accidentes ocurridos desde 1971 con víctimas fatales y sobrevivientes. El análisis arrojó que quienes estaban sentados en la parte trasera tenían un 69 % de probabilidad de sobrevivir, frente al 56 % en la sección media y el 49 % en la delantera.
“Todo depende de la dinámica del choque”, explicó a Live Science Daniel Kwasi Adjekum, investigador de seguridad aérea de la Universidad de Dakota del Norte. Según el especialista, en accidentes donde el avión se sale de la pista o impacta en un ángulo bajo, la parte delantera suele absorber la mayor energía del impacto, lo que deja a la parte trasera en una posición más favorable.
Más allá de la ubicación general, también influye el tipo de asiento. De acuerdo con el mismo informe de Time, los asientos centrales del tercio trasero son los que presentan menores tasas de mortalidad, con un 28 %. En cambio, los menos seguros son los asientos de pasillo en la sección media, con una tasa del 44 %. Según un análisis citado por Forbes, esto se debe a que los asientos centrales ofrecen cierta protección adicional, al estar rodeados por otros pasajeros.

¿Qué tan segura es la zona de las alas en un accidente aéreo?
Algunos expertos, como Cheng-Lung Wu, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, señalan que la sección central del avión —cerca de las alas— tiene ventajas importantes. Esta área está reforzada estructuralmente y suele encontrarse más cerca de las salidas de emergencia, lo que puede facilitar una evacuación más rápida.
No obstante, también implica ciertos riesgos. “Aunque se supone que los aviones vacían sus depósitos antes de aterrizar, estas cápsulas pueden seguir emitiendo humo o incendiarse en caso de accidente”, advirtió Adjekum. En esos escenarios, la rapidez para evacuar se vuelve crucial.
Hay casos que contradicen los patrones generales. En el accidente del vuelo 232 de United Airlines en 1989, en Sioux City, las 184 personas que sobrevivieron (de un total de 269) estaban mayoritariamente en la parte delantera, lo que demuestra que el tipo de impacto y otros factores pueden modificar completamente las probabilidades.
Además del asiento, los expertos coinciden en que la preparación del pasajero puede ser determinante. Localizar la salida de emergencia más cercana, contar las filas hasta ella y escuchar atentamente las instrucciones de la tripulación son acciones clave. Durante el vuelo, el uso correcto del cinturón de seguridad, evitar el exceso de alcohol y vestir ropa cómoda también pueden marcar la diferencia en una situación crítica.
A pesar de las estadísticas, lo cierto es que la probabilidad de estar en un accidente aéreo es extremadamente baja. Un estudio publicado en 2024 por el Journal of Air Transport Management determinó que la probabilidad de morir en un vuelo comercial en Estados Unidos es de 1 entre 13,7 millones. El Washington Post también ofreció una comparación ilustrativa: por cada mil millones de millas recorridas, se producen 7,28 muertes en automóvil, frente a solo 0,07 en avión.
El 94 % de los accidentes graves de aviación entre 2001 y 2017 tuvo una tasa de supervivencia total, según la NTSB. Esto significa que, aunque la ubicación del asiento pueda ofrecer una ventaja estadística, lo más importante sigue siendo mantener la calma, prestar atención a las indicaciones y confiar en que, estadísticamente, volar continúa siendo extraordinariamente seguro.