El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró públicamente este jueves la decisión del Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal que permitió restaurar la aplicación de la mayoría de los aranceles previamente bloqueados. A través de su red social Truth Social, Trump calificó el fallo como un triunfo para la economía estadounidense, al tiempo que criticó duramente a los magistrados que habían suspendido la medida.
La sentencia del Tribunal de Comercio Internacional (CIT), emitida esta semana, había frenado de forma parcial la política arancelaria implementada por el Gobierno. No obstante, la Corte de Apelaciones revocó esa decisión de forma provisional, un giro que Trump aplaudió de inmediato.
“El Tribunal de Comercio Internacional (CIT) dictó una sentencia increíblemente desfavorable para Estados Unidos en relación con unos aranceles que se necesitaban desesperadamente, pero, afortunadamente, el pleno de los once jueces del Tribunal de Apelación del Circuito Federal acaba de suspender la orden”, expresó el mandatario. Lea: Elon Musk anuncia su salida del Gobierno Trump, ¿por qué tomó la decisión?
Trump insistió en que la anulación de los aranceles constituiría una pérdida histórica para la economía del país. “Sería la sentencia financiera más dura que se nos haya impuesto jamás como nación soberana”, afirmó. Además, consideró que esa decisión “está siendo aclamada en todo el mundo por todos los países, excepto por Estados Unidos”.
Arremetida contra jueces y antiguos aliados
En su pronunciamiento, Trump no solo celebró la restauración de los aranceles, sino que también lanzó fuertes críticas contra los jueces que votaron por suspenderlos. “¿Cómo es posible que hayan causado un daño tan grave a Estados Unidos de América? ¿Se trata simplemente de odio hacia Trump? ¿Qué otra razón podría haber?”, cuestionó.
El presidente atribuyó la sentencia bloqueadora a “los jueces de la izquierda radical, junto con algunas personas muy malas”, y mencionó directamente a Leonard Leo, exvicepresidente de la Sociedad Federalista, quien tuvo un papel clave en la nominación de jueces durante su primer mandato. A Leo lo calificó como “una mala persona” que “odia a Estados Unidos”.
“Yo era nuevo en Washington y me sugirieron que utilizara la Sociedad Federalista como fuente de referencia para los jueces. Lo hice, abierta y libremente, pero luego me di cuenta de que estaban bajo el yugo de un verdadero canalla llamado Leonard Leo (...) que presume abiertamente de cómo controla a los jueces, e incluso a los magistrados del Tribunal Supremo”, afirmó.
Trump también criticó la postura del CIT sobre la presunta extralimitación de funciones presidenciales al imponer los aranceles sin aprobación del Congreso. En su defensa, aseguró que el presidente debe tener capacidad para proteger la economía nacional sin esperar largos procesos legislativos. “Cientos de políticos se sentarían en Washington durante semanas, e incluso meses, tratando de llegar a una conclusión sobre qué cobrar a otros países que nos tratan injustamente”, sostuvo. A su juicio, eso “destruiría el poder presidencial”.
Finalmente, reafirmó el valor estratégico de su política comercial. “Es la diferencia entre tener unos Estados Unidos ricos, prósperos y exitosos, y todo lo contrario”, manifestó, confiando en que la Corte Suprema termine respaldando su posición “de forma rápida y decisiva”.