Ubicados en diferentes puntos a lo largo de Latinoamérica estos centros guardan cientos de años e historia en cada una de sus calles, haciendo que el turista se enamore de todo lo que encuentra a su paso para regresar una y otra vez a estos territorios que su mayor riqueza radica en su arquitectura imponente, rodeada armoniosamente de colores que hacen contraste con la gente que se moviliza a diario por eso lugares.
Cada país, cada ciudad tiene sus diferentes atractivos desde imponentes iglesias hasta bellas plazas que adornan el panorama. Por esto, hoy te traemos los Centros Históricos más bellos de América Latina, para que en tus proximas vacaciones sepas que lugar visitar y qué hacer. Lee también: 7 destinos turísticos históricos de América Latina que debe visitar al menos una vez.
Centros Históricos de Latinoamérica
Cusco, Perú
Considerada la capital histórica del Perú y antigua sede del Imperio Inca, Cusco es una ciudad fascinante donde la fusión de dos civilizaciones la andina y la europea ha dado lugar a un centro histórico único. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1983, el centro de Cusco conserva elementos arquitectónicos prehispánicos sobre los que se construyeron iglesias, casas coloniales y monasterios.
Un ejemplo emblemático de esa superposición cultural es el Qorikancha, el antiguo templo del Sol incaico, sobre el cual se erigió el Convento de Santo Domingo. También destacan la Plaza de Armas, la Catedral del Cusco y la Iglesia de la Compañía de Jesús. La experiencia en Cusco va más allá del turismo: es una lección viva de resistencia, identidad y transformación cultural.
Ciudad de México, México
El centro histórico de la Ciudad de México, conocido como el Zócalo, es el más grande de América Latina y uno de los más ricos en historia. En sus poco más de 9 kilómetros cuadrados conviven ruinas aztecas, iglesias coloniales, palacios virreinales y arquitectura porfiriana. Es un testimonio visual de las distintas etapas que ha atravesado la nación mexicana.
Entre los lugares más destacados se encuentran la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional con los murales de Diego Rivera y el Templo Mayor, vestigio de la antigua Tenochtitlán. Además de su relevancia histórica, este centro urbano es cuna de la cultura contemporánea, con museos, librerías, ferias y espacios para la protesta social y el arte urbano.

Cartagena de Indias, Colombia
Pocas ciudades latinoamericanas despiertan tanta admiración como Cartagena de Indias. Su centro histórico, rodeado por una muralla de piedra construida para defenderse de los ataques piratas, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984. Caminar por sus calles es adentrarse en un escenario de novelas coloniales: balcones cubiertos de buganvilias, plazas llenas de vida y construcciones que conservan el aire del siglo XVII.
La Torre del Reloj, la Plaza de los Coches, el barrio San Diego y el Convento de la Popa son solo algunas de las paradas obligatorias. Además, Cartagena no solo es historia: su centro con una oferta cultural constante que incluye teatro, literatura, música afrocaribeña y gastronomía de autor. Es una ciudad que respira arte y resistencia desde cada piedra de sus calles.

La Habana, Cuba
La Habana Vieja es un emblema latinoamericano. Fundada en 1519, su centro histórico fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad en 1982. Su arquitectura es una mezcla de estilos: barroco, neoclásico, art déco y modernismo caribeño, que conviven en fachadas coloridas y decadentes, pero cargadas de espíritu.
Recorrer la Plaza de la Catedral, la Plaza Vieja o el Malecón es recorrer siglos de historia insular. La Habana es también música, literatura y política: un lugar donde la cultura popular y la ideología se entrelazan. A pesar del deterioro y los desafíos económicos, La Habana Vieja conserva un carisma inquebrantable, que enamora a quien la visita y la convierte en uno de los centros históricos más entrañables del continente. Lee también: Cuba implementará visa digital obligatoria para extranjeros desde julio de 2025.