En medio de un proceso de expansión comercial en Europa, Frisby España enfrenta una crisis interna que ha obligado a frenar sus planes. El abogado español Gonzalo Barrenechea Correa, quien figuraba como administrador en el registro mercantil, presentó su renuncia inmediata e irrevocable tras denunciar la creación de canales digitales sin su autorización y la falta de cumplimiento normativo dentro de la sociedad.
“La renuncia se produjo en el momento en que advertí que se habían creado varios materiales como una web y una cuenta de redes sociales sin mi consentimiento ni autorización. Y que se estaba operando sin compliance ni buen governance”, explicó Barrenechea, socio fundador de la marca en España.
Según el abogado, una vez tuvo conocimiento de los hechos, convocó a los socios, expresó su rechazo a las decisiones tomadas y formalizó su salida de la empresa.
La situación llevó a la compañía a emitir un comunicado oficial el pasado domingo 25 de mayo, en el que Frisby España anunció la suspensión temporal de su programa de franquicias mientras se resuelve una disputa legal sobre el uso de la marca en territorio europeo.
“Debido a la situación actual relacionada con el uso de la marca, y a pesar del gran número de solicitudes e intereses recibidos, hemos tomado la decisión de suspender temporalmente las nuevas adhesiones al programa de franquicias”, indicó la empresa.
Actualmente, la gestión de la sociedad ha quedado en manos de Jacqueline Guillemine Pérez Parcha, ciudadana belga residente en Bruselas y accionista mayoritaria, junto con Charles Dupont, representante autorizado de la compañía en España.
Frisby España reiteró que la decisión busca proteger los intereses de sus futuros franquiciados y garantizar que el proyecto se desarrolle bajo condiciones legales y de transparencia.