Un tribunal federal de Massachusetts ha revocado este viernes la polémica prohibición impuesta por la Administración Trump que impedía la matriculación de estudiantes internacionales en la Universidad de Harvard. La jueza Allison Burroughs falló a favor de la universidad apenas horas después de que esta presentara una moción urgente para frenar la medida.
La orden del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), anunciada el jueves, formaba parte de un nuevo enfrentamiento entre la Casa Blanca y Harvard, a la que se acusa de ser un supuesto “caldo de cultivo” de antisemitismo y actitudes “proterroristas” por su postura crítica frente a la ofensiva israelí en Gaza. La prohibición incluía la cancelación inmediata de visados y amenazaba con severas consecuencias fiscales, como la congelación de fondos y la pérdida del estatus de organización sin fines de lucro.

Según cifras oficiales, Harvard cuenta actualmente con más de 6.800 estudiantes internacionales, lo que representa aproximadamente el 27 % de su matrícula total.
Muchos de estos alumnos ya habían sido admitidos para los semestres de verano y otoño, y se encontraban en proceso de tramitación migratoria. La medida gubernamental ponía en riesgo su futuro académico, generando incertidumbre financiera y personal.
La jueza Burroughs, quien también delibera sobre otra demanda presentada por Harvard contra la congelación de 2.500 millones de euros en fondos federales, concedió una suspensión cautelar que permite a los estudiantes continuar sus estudios mientras se resuelve el caso de fondo.
La audiencia principal está programada para el mes de julio, cuando Harvard defenderá su postura ante el tribunal, en el marco de la controversia generada por la carta enviada por el Grupo de Trabajo contra el Antisemitismo, que instó a sanciones contra la universidad.