Un joven colombiano, Felipe Zapata Velásquez, estudiante de Economía de 27 años, fue detenido por la policía de Gainesville, Florida, y posteriormente entregado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de los Estados Unidos.
El incidente ocurrió pese a que el joven se encontraba en proceso de renovación de su visa F-1. Su madre y su equipo legal denunciaron que fue presionado para firmar documentos que facilitaron su deportación. Actualmente, Zapata ya se encuentra de regreso en Colombia.
Zapata cursaba su tercer año en la Universidad de Florida cuando, el pasado 28 de marzo, fue detenido por conducir con una placa vencida y una licencia suspendida. En la grabación de la cámara corporal de un oficial, se le escucha decir:
“Mi licencia está suspendida, sí, pero estoy en proceso de renovación… soy estudiante internacional.”
🚨DEPORTAN JOVEN COLOMBIANO EN FLORIDA POR CONDUCIR SIN LICENCIA
— Juan Torres (@juanpodcast1) April 10, 2025
Cámaras corporales de policías grabaron el momento en que Felipe Zapata Velásquez, un estudiante colombiano de 27 años, fue arrestado en Gainesville por conducir con la licencia suspendida y la matrícula vencida.… pic.twitter.com/ijNtDsKlku
A pesar de su explicación, fue arrestado por reincidencia y trasladado a custodia federal. Posteriormente, fue llevado a Jacksonville y luego al Centro de Detención Krome en Miami-Dade.
Su madre, Claudia Velásquez, aseguró que su hijo fue forzado a firmar su salida voluntaria bajo amenaza de permanecer detenido indefinidamente en condiciones precarias.
Este caso se suma a una ola de deportaciones y revocaciones de visas que afecta a estudiantes internacionales en Estados Unidos. Bajo las nuevas políticas migratorias de la administración Trump, muchos jóvenes enfrentan cancelaciones abruptas de sus permisos, restricciones por criterios ideológicos, y una vigilancia creciente de sus redes sociales.
Según cifras no oficiales difundidas por medios como Axios y AS USA, más de 300 estudiantes han visto sus visas revocadas recientemente, incluidos alumnos de universidades como Harvard, Stanford y Columbia.
Frente a este panorama, instituciones académicas y organizaciones civiles han comenzado a emitir alertas legales, señalando que incluso errores administrativos podrían desencadenar deportaciones.
La administración Trump, por su parte, justifica estas medidas como parte de su estrategia para combatir la inmigración irregular y, más recientemente, para enfrentar amenazas ideológicas. El Departamento de Seguridad Nacional anunció que revisará redes sociales de solicitantes para detectar contenido considerado antisemita, lo cual podría convertirse en un nuevo criterio para negar beneficios migratorios.
El caso de Felipe Zapata reabre el debate sobre la protección de los derechos de los estudiantes internacionales en EE.UU. y la delgada línea entre la ley migratoria y las garantías civiles.